Mi primera Gang Bang - Relatos Eróticos

Mi primera Gang Bang

La morbosidad de nuestra mente y nuestros cuerpos sigue fluyendo cada día mas, parecía que nos hubieran tenido atados por años y queríamos libéranos. Somos muy felices como pareja, pero queríamos probar más y más. Ya habiendo compartido con parejas y tríos, queríamos probar algo más extremo, algo que quizás ambos habíamos soñado, pero nunca nos atrevimos a contarlo, quizás por esos prejuicios con los que fuimos criados. Pero esta vez nos habíamos prometido contarnos todo y tratar de cumplir lo que el otro deseara.
Me encantaría verte con más de 2 hombres, fue como Eduardo me sorprendió una noche diciéndomelo, pero Amor y a ti no te complica, fue mi respuesta.
Esa noche fantaseamos con la idea.
La verdad no lo había pensado, o quizás sí, no lo sé, pero desde esa noche, no podía sacar de mi mente esa propuesta tan abrupta que salió de los labios de mi hombre. Pero ¿con quién?, no conocíamos tantas personas que nos dieran la confianza para hacerlo, a pesar de que experiencias en tríos HMH teníamos no todos daban con el perfil de una Gad Gang. Teníamos uno en lista, Eduardo sería el segundo, pero nos faltaba el tercero.
Decidimos buscar en las redes sociales, en grupos confiables, alguien con experiencia y que no nos fuera a fallar. Es así que aparece el tercer hombre, alguien fuera de la región pero que estaba dispuesto a viajar y que cumplía con el perfil que buscábamos.
Hasta el momento solo Eduardo y yo sabíamos que queríamos hacer, ahora quedaba hacer la propuesta a ...

... los 2 elegidos y buscar el lugar adecuado.
Decidimos arrendar por un día una cabaña con piscina en un lugar retirado de la ciudad donde nadie pudiera molestarnos.
Ya todos de acuerdo, nos dirigimos a esa cabaña. Yo me había preparado todo el día, iba a ser mi momento y ningún detalle podía quedar de lado. Decidí llevar una lencería de color negro, con portaligas y pantys del mismo color. Eduardo por su parte, se había encargado de los otros detalles que nos ayudaría a que nuestra fantasía fuera muy placentera, la música, las velas, incluso adornar los espacios donde íbamos a tener nuestros encuentros sexuales.
Primero bebimos y comimos algo suave, mientras conversábamos y rompíamos el hielo entre los 4, ya que con ninguno de los terceros habíamos compartido en persona. Para ir entrando en confianza decidimos bajar un poco en nivel de la luz y hacer un juego de penitencia, donde cada uno debía cumplir ciertas pruebas. Recuerdo que una de las penitencias fue tener que besar apasionadamente a cada hombre que se encontraba en la sala, debía ser un beso como si fuera el más importante en mi vida. A cada uno los tome de sus mejillas y los bese de tal manera que sentía como sus penes se iban erectando. Todo eso iba provocando en mí una excitación y una humedad en mi vagina muy diferente a muchas excitaciones.
Luego cada uno debía tocar partes de mi cuerpo, muy suavemente. Sentí como sus manos recorrían mi cuerpo y mi sexo, cada vez con mayor énfasis sentía como me humedecía más y ...