1. La revancha.


    Fecha: 13/05/2021, Categorías: Confesiones Tus Relatos Autor: PPTon, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... los glúteos, ni en la hendidura y ni siquiera alrededor del ano. Todo e ura suave por lo lampiño, sólo tenía bello en el pubis, ni siquiera en el escroto aparecía pelo alguno. Yo me imaginé que en pleno enclaustramiento como seminarista, bien pudo haber sido el preferido de sus superiores, maestros y compañeros de clase, con ese cuerpazo y ese culo que se cargaba, debió haber sido muy solicitado. A mi me encantó estar metiendo mi fierro, aún en desarrollo, en tan delicioso culazo. Con esa satisfacción, sentí cómo mi verga se metía en ese caliente y resbaloso hoyo, me parecía que en cada metida se me ponía más y más duro. En cada arremetida crecía mi afán y trataba de meterlo hasta que topara en algo, pero no lograba más que sentir los pliegues del recto, que de cualquier forma, me daba una rica sensación, sobre todo cuando jugaba a sacarlo todo para volver a meterlo con ánimo crecido a su máxima expresión. En cada empuje sentía como se impregnaba mi pubis aún lampiño, del suave y perfumado líquido que se juntaba alrededor del rico culo que me estaba saboreando. La sensación del paso de mi verga por el ano, esfínteres y recto del hombre que tenía a mi merced, se traducía en un cosquilleo que recorría todo mi cuerpo, sentía que hasta mi pelo se erizaba o se ponían de punta, eran como toques eléctricos que recorrían mi cuerpo, desde la punta del dedo gordo del pie, hasta el extremo de mi cabello más erizado.
    Luego de no se cuántas metidas y sacadas que había dado en tan rico ...
    ... culo, empecé a sentir ganas de orinar y se lo expresé a quien me estaba cogiendo, quien me dijo que lo hiciera adentro, que empujara hasta el fondo y ahí lo dejara. Así lo hice, pero por un rato no lograba expulsar nada, mientras él hacía pulsaciones de su esfínter, que me daba la sensación de que me estaba succionando con el culo, placer que me ayudó a que por fin, sintiera cómo el líquido recorrió mi conducto uretral, para lo cual tuve que hacer un gran esfuerzo. Yo esperaba y temía que de pronto saliera la orina y mojara toda la cama, pero no sucedió así, me mantuve ensartado en el sabroso, caliente y ahora muy jugoso culo del hombre que ya no hacía caso de mamarle la verga al Grillo, toda su atención estaba en las sensaciones que estaba experimentando con lo que estaba sucediendo y que yo no alcanzaba a comprender muy bien. Cómo era que yo le había arrojado toda mi orina y no expulsara nada. Pensaba que sería porque lo tenia ensartado, pero no se trataba de eso porque en seguida mi fierro de fue ablandando hasta salirse de aquella ardiente y jugosa cueva. Lo único que sentí fue que al salirme, me traje unas gotas del líquido que supuestamente había dejado dentro de su cuerpo. Todo ese desconcierto no causó menoscabo alguno en el inmenso placer que había experimentado al entrar a tan rico hoyo, lo importante era que me había cogido un sabroso culo de santo. Por primera vez, había experimentado una sensación diferente al miccionar y eyacular en un solo acto, de lo cual me ...