FABIAN,El,CASI,UROLOGO. - Relatos Eróticos

FABIAN,El,CASI,UROLOGO.

... que estas facultado para,
hacerlo".Ya con el pez enganchado en el anzuelo,bien,podía tomarse alguna licencia.:"Vos estas loco si pensas que,
yo,voy a meter mi precioso dedo en tu culo,jajaja".También rompí a reír,mientras el me decía:"Está bien.Por tratarse de vos,lo voy ha hacer.Te espero mañana en mi depto.alrededor de media tarde.Yo tengo todo lo necesario.La tarde siguiente llegué a su domicilio.Al hacerme pasar me dijo:"Obviamente,no tengo camilla así que será sobre mi cama.Sacate el pantalón para no mancharte con el lubricante,a no ser que prefieras que no te lubrique,jajaja".
Me desnude de la cintura para abajo y me puse en la posición conocida como"en 4".Sus dedos separaron mis nalgas que instintivamente,apreté.Ante esta reacción,me dijo:"¿Si queres,lo dejamos para otro dia?".Negué con mi cabeza y afloje mis nalgas,facilitando su ingreso.Su dedo empezó a deslizarse, suavemente,por mi interior.Por desconocer el procedimiento,me pareció correcto el ir y venir repetido.Como,
también los cambios de velocidad.Con gran vergüenza de mi parte,empecé a tener una,incontenible,erección.Su dedo seguía llendo y viniendo provocando una gran excitación.Sin poder evitarlo,se me escapaban los gemidos y arqueaba mi espalda propiciando mayor frotamiento en mi interior.Cuando su mano se cerró alrededor de mi verga,está,ya era un palo duro y firme.Empezó a masturbarme,
mientras,su voz,pegada a mi oído me decía:"Tranquilo,es natural.No te opongas".Su dedo entrando y saliendo y su ...

... mano bajando y subiendo me robaban mi voluntad.No me opuse cuando vi su pantalón al lado del mío.Tampoco me negué cuando,por primera vez,sentí su cabeza gruesa,
caliente y dura apoyarse en la puerta de mi entrada.Su voz pastosa me susurró al oído:"Desde que te volcaste el café,
sueño con este momento.Tenes un culo hermoso".Sentí,nítida,la presión buscando romper mis defensas e introducirse en mi culo.Luego de algunos intentos,al fin,traspasó la barrera,y yo,sentí como mi ano se rasgaba y se dilataba ante el avance de su punta.El dolor llegó en oleadas que poblaron,mi cuerpo de mil agujas,y,mi mente de un manto rojo furioso.Tan furioso como sus acometidas que hacían temblar mis nalgas al chocar de manera rítmica contra el tronco de ese miembro que golpeaba una y otra vez sacando exclamaciones de dolor/placer.
Placer/dolor de mi garganta,sin que hubiera primacía de una sensación sobre la otra.En tanto,yo,solamente,mordia y
aplastaba mi boca contra la almohada.
Su mano enroscada en mi verga y su pija estrellándose hasta el fondo de mi orto me daban gozo y sufrimiento en cantidades iguales.Le bañé su mano con mis jugos,a la vez que,sus fluidos chorreaban mi interior,escapando a raudales luego de cada empujón,
apagando un poco el,terrible,incendio en el que había convertido mi culo y corrían entre mis muslos.A partir de ese día,
Fabian,me sometió sexualmente cuando y como quiso.Me volví adicto al placer que su verga,sus manos y dedos me provocaban.Y,también,su boca y su ...