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El padrastro 1
Fecha: 07/06/2021, Categorías: Incesto Tus Relatos Autor: El padrastro, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
Hola a todos. Hace años soy lector y quisiera añadir mi historia. Todo empezó cuando una noche de tragos y amigos, salió a relucir un tema un tanto extraño para mí. Un amigo que ya estaba ebrio tocó un tema, que hasta ese momento nunca le había visto morbo alguno. El no explicaba detalladamente como su hijastra le brindaba el mejor sexo de su vida. No se si era por los tragos que ya tenía encima o el tema, pero con cada comentario me encendía yo. Y es que yo también tengo una hijastra. Por supuesto jamás la había visto de ninguna forma que sea, solamente como la hija de mi mujer. Hacia años que me había casado son su madre. Pero nuestra relación era tan difícil, yo siempre he pensado que ella sigue enamorada de él padre de su hija, y aunque me lo niega, su silencio me lo confirma, cuando tenemos sexo, nunca tiene iniciativa de buscarme. Yo hago todo y solo en misionero. Mi vida sexual era un asco, por eso busque amor en una amante. Esa noche recuerdo llegar a casa era de madrugada, ya que me pasaba más fuera de casa por no llegar y sentir el rechazo de mi mujer. En la sala estaba Carmen viendo película. Yo la fui a saludar como de costumbre, tenía una bata hasta las rodilla, de tela delgada. Pude ver como sus pezones se marcaban a través de la tela. Me empezé a calentar y me senté cerca de ella. Traté de hacer con conversación, la miré detenidamente. Tenía unos labios carnosos que me invitaban a besarla y mordisquiarla, sus pecho medianos y firmes me provocaba ...
... chuparselos, tenía tanta lujuria, tantos deseos que follarmela,. Poco a poco me fui acomodando en el sillón con ella hasta quedar acostado a su lado, la abracé a su cintura, ya mi verga estaba tan dura como piedra, poquito a poquito se la puse en el culto para que sintiera, pero ella se movía y se alejaba. Mientras yo ardía en placer ella solo veía su película, tomé su larga cabellera y se lo acomodé, empezé a hablar bajito a su oído, y luego a besar su oreja, muy lentamente pasar mi lengua, sentí como su respiración empezó a cambiar, yo me quería volver loco, empezé a besar y chupar su cuello, mientras que con una mano acariciaba uno de sus pezones, ya ella gemía un poquito. La verdad no me importaba si en ese momento bajaba mi mujer, tenia tanto apuro de probar su coño que como pude me saqué la verga y se la coloqué en el culo sin dejar de besar su cuello. Poco a poco fuí buscando la entrada de su coño, en mi mente pasaba los relatos de mi amigo, cuando por fin siento la entrada empujo mi verga para que entre, estaba bien mojada y le entró la cabeza de mi verga, calientita y apretadita, se la hundí un poquito más, ella gimió un poco más duro volví a hundirsela, su coño húmedo y caliente me tenía al borde de sacarme la leche, pero derrepente ella se sacó la verga se paró y se fue a su habitación. Me enloquecí, me senté un rato a analizar, pero cuando uno está tan caliente no razona bien. Me levanté y fui a su habitación. Ya se había acostado. Entré, cerré con seguro la puerta ...