MAGGIE II - Relatos Eróticos

MAGGIE II

... arrastró hacia la puerta.No puedo ponerme de pie.Una,porque quiero evitar que me vean.La otra es que no creo que mis piernas me sostengan.-
Como puedo me dirijo a la piscina.Nunca he necesitado tanto sumergir,todo,mi cuerpo en agua fresca.-
Al rato Karen y mi madre aparecen.
Ambas tienen su cabello mojado,pienso que han tomado un baño.¿Juntas?.Muy probable.Mientras caminan,sus manos se rozan.Reconozco la satisfacción en la sonrisa de mi madre.Hacia la tarde noche,recibimos un llamado de mi padre para avisarnos que,aún,le queda un largo recorrido antes de regresar.-
Llega Octavio,el dueño de la compañía,
es un señor de aproximadamente,unos 50 años.Su presencia impone respeto,a pesar de que es,sumamente,atento.No sé si será por que es el dueño o por su porte,ya,que es un hombre de gran tamaño.-
Durante la cena Karen sugiere que al no estar papá,podríamos quedarnos por unos días.Mi madre no opone mucha resistencia,mientras,alcanzo a captar una mirada  y una sonrisa cómplice entre ellas.-
Al término de la cena,mi madre y yo,nos dirigimos,cada una,a un dormitorio. 
Ya en mi cuarto,al cerrar mis ojos,mi mente es asaltada por otras manos,
otros dedos.Otra boca y otra lengua recorren mi cuerpo hasta sus lugares más íntimos y escondidos.Me sobresalto al aparecer en mi mente el rostro de Karen mojando mi cuerpo.Durante toda la noche soy visitada por manos y bocas.Por dedos y lenguas que se deslizan por mi piel.Que hurgan en mi intimidad.Mientras,esto,
sucede el rostro de ...

... mi profesor,por 
momentos,es reemplazado por el de Karen.-
A la mañana,el espejo me devuelve una imagen ojerosa y palida.Mis propias
caricias no han sido capaz de apagar el fuego que me consume y que ha convertido mi entrepierna en un caldero.
Un,largo,baño sólo disfraza mi,pobre,
aspecto.-
No tengo ganas de ir a la piscina,por lo que bajo con mis zapatillas,una remera y mi faldita que,apenas,cubren mis nalgas.
Luego de desayunar,sola,no puedo evitar encaminar mis pasos hacia la biblioteca.Aún,antes de llegar,Imagino lo que viera y escuchara ayer y mi cuerpo vuelve a encenderse.Apenas entro me reciben,ya no palabras,sino sólo gemidos y jadeos.-
Me arrastro hasta ocupar mi,privilegiada,
posición y asomo mi cabeza.Sobre el sillón de enfrente se encuentra una figura que en principio me cuesta identificar.Mi madre,nuevamente,está acostada,boca arriba,sus piernas separadas.Una se apoya en el respaldar del sillón,la otra cuelga a la orilla del mismo.Karen,también,está arriba de ella,pero,al revés.Es decir,la cabeza de Karen está sumergida entre las piernas de mi madre,mientras sus rodillas están ubicadas a casa lado de la cara de mi madre.Me resulta imposible identificar los jadeos y gemidos.Sólo observo como las piernas de mi madre,a cada rato,tiritan y se tensan como cuerdas.Pasan los minutos.El cuerpo de Karen,también,manifiesta momentos de absoluta rigidez en los que sus gritos y gruñidos son,perfectamente,
identificables.Karen se incorpora y le indica a mi madre ...