CON EL FESTEJO SALGO DEL CLOSET. - Relatos Eróticos

CON EL FESTEJO SALGO DEL CLOSET.

... sólo,abrió su boca, y vi como mi pija iba desapareciendo, empecé a hamacarme y,sólo,sus arcadas me llamaban a un poco de control.Por algunos instantes,me conformaba conque sólo,mi cabeza asentara en sus labios,pero,pronto me olvidaba y la llevaba,nuevamente,
adentro,hasta provocar,otra vez,sus arcadas.Así estuvimos durante un largo rato.No sé en que momento,y ya,
totalmente,fuera de control,decidí penetrarlo".-
En este punto del relato,en la habitación no se oían ni las respiraciones de los que estábamos allí.Por mi parte,yo,tenía una erección que me llegaba a doler.Mario paseo su mirada por todos y continuó.:"Sabía que debía detenerme,
pero,me resultaba imposible pensar en otra cosa que no fuera en metersela.Con gran esfuerzo abandoné su boca y lo saqué de la ducha.Su cuerpito chorreando agua por entre las piernas fue demasiado.Le metí mis manos apretando sus muslos y sus nalgas.Estaban suaves y el agua había acentuado su tibieza.
Primero apoyé sus manos sobre el banco largo y separé sus piernas,
mientras él sólo me miraba.Desconoci mi voz cuando le pregunté si sabía lo que iba a pasar.Encogió sus hombros.Luego sabría que era su manera de decir"si".Movía mi mano sobre mi verga cuando le dije:"¿Queres que te la meta?".Volvió a encoger los hombros.
Me ubiqué detrás suyo y con mi manos en sus caderas levanté su culito,
mientras mis piernas separaban
las suyas.Tuve que agacharme para poder llegar hasta su hoyito.Lo ensalive todo lo que pude,apoyé mi cabeza y empecé a ...

... presionar.Vi como mi cabeza se deformaba intentando entrar.Él empezó a quejarse cuando mi punta iba muy lenta,entrando:"Mario,me está doliendo.Me está doliendo mucho".En ese punto no había ninguna posibilidad de que yo me detuviera.Era la misma sensación que meter la pija en un túnel suave,caliente y muy,pero,muy apretado.Mientras se la enterraba,
empezó a llorar pidiendo que se la,
sacara.La verdad,yo,lo oía como si estuviera a kms de distancia.Todos mis sentidos estaban puesto en esa sensación jamás experimentada de sentir mi verga deslizarse por dentro de un estuche de terciopelo que me la apretaba como si quisiera que nunca se la sacara.Sólo cuando sentí mis muslos rozar la suavidad de sus gluteos caí en la cuenta que se la había metido toda.
Recién ahí me detuve para darle tiempo a que se adaptara a tenerla adentro.Sus sollozos habían cesado.Yo seguía con la sensación,nunca sentida,de que mi pija estaba prisionera en una espacio mucho más chico,que el necesario para contenerla.Me impresionó el gran cambio que se había producido en lo que al principio había sido un agujerito no mayor al que podía provocar un dedo,con el hueco,dilatado,que ahora atenazaba mi verga.Con mucho cuidado al intentar retirarla,me di cuenta que
 estábamos abontonados.¡¡No se la podía sacar!!.A punto de entrar en panico me obligue a detenerme.Concluí que debía hacer que mi pija se desinflara y, así,poder sacarla.
Empecé,muy lentamente,a moverme dentro de esa cápsula que,realmente,me apretaba la ...