HOMBRE DE CAMPO,HOMBRE DE CIUDAD. - Relatos Eróticos

HOMBRE DE CAMPO,HOMBRE DE CIUDAD.

... y,extremadamente,
cerrado,más,aún,debido a la contracción involuntaria que le imponía el chico debido al miedo lógico de lo que sucedería a continuación.Gustavo,se demoró a propósito,palpando,sobando,
acariciando esa piel tan suave,tan tersa,tan tibia.Con medida lentitud separó las nalgas y apoyó su,gruesa,
cabeza dando comienzo a una leve presión que fue aumentado de a poco,hasta que al fin la punta se deformo y empezó a desaparecer dentro del cuerpo que se empezaba a arquear producto del escozor que su,forzado,
ingreso le provocaba.El rostro iba cambiando en tanto el pedazo se abría camino,seguramente,desgarrando el tejido que protegía una virginidad que iba desapareciendo.El niño se retórcia recibiendo la,gorda,tranca que dilataba,a la fuerza,su esfinter llevándolo a dimensiones impensadas.
Paquito,apoyaba sus manos sobre los muslos que se iban acercando,
dolorosamente,a su cuerpo.Pero,no lograba detener el avance de ese mástil grueso y duro que tanto ardor le causaba en su interior.El chico sentía como su cuerpo se separaba en dos desde su mismo centro.Sus caderas modificaban su estado en la medida que la barra.
continuaba llenado su,pequeño,ano.
Pero,la mirada atenta de su padre le ordenaba soportar semejante embestida.Desde la otra posición y 
 buscando el máximo placer,Gustavo,le tomó su mano y la llevó hasta envolver lo que ,aún,faltaba por ingresar.
No le fue posible descifrar el gesto que apareció en la cara del receptor,pero,
podría arriesgar ...

... que en medio del dolor,miedo,aprensión había aparecido una pizca de placer.
Contrario a lo que estaba sintiendo él.Su gozo era mayúsculo,Su placer era,a cada instante aumentado por la resistencia que oponía ese conducto cerrado,
apretadisimo,suave y tibio que estaba engullendo su pija que continuaba su avance lento,pero,imparable.Bernardo continuaba parado a su lado,
observando,como ese mástil entraba y salía del culo,increíblemente,abierto de su hijo.El tampoco permanecía ajeno a lo que se desarrollaba ante sus ojos.El también había creído percibir,entre tantos gestos,uno que,tal vez,pudiera ser de placer.-
Gustavo había empezado el,tan viejo,
movimiento de sacar y meter su trozo del agujero que empezaba,de a poco,a mostrarse más receptivo en tanto sus jugos lo iban lubricando.En el afán desmedido de acrecentar su placer,advirtió,a su lado,el miembro duro,tenso de Bernardo.Recordando la, grata,sensación que le había provocado su contacto,no dudó en estirar su mano y enredarla en ese palo nudoso y firme.
Se sorprendió la forma en que aumentó su placer al recibir en su palma el latir de ese cuerpo húmedo y caliente.Mientras bombeaba al hijo,empezó a masturbar al padre que,por supuesto,recibía con gozo y aceptación la propuesta por ser de quien provenía.La excitación colmaba la habitacion.Gustavo había ingresado en una espiral ascendente de descontrol sexual como jamás le había sucedido.
Nunca había sentido tal descarga de hormonas y adrenalina recorriendo todo su ...