HOMBRE DE CAMPO,HOMBRE DE CIUDAD. - Relatos Eróticos

HOMBRE DE CAMPO,HOMBRE DE CIUDAD.

... su verga
lo más natural posible.Se ubicó entre sus piernas obligandolo a que las abriera,aún,más.También hizo que inclinara más su cuerpo,al punto de que su culo quedará en la posición más apropiada para una penetración más profunda.Se notaba la evidente oposición de Bernardo,pero,Gustavo,
no estaba dispuesto a permitirle su arrepentimiento.Mientras le paseaba su tieso trozo por sus nalgas abiertas.
Disfrutaba viendo como su agujero anal se contraia intentando,hasta último momento evitar lo inevitable.Luego de gozar con el contacto que le producía el roce de su cabeza descubierta por toda la raya anal de Bernardo.Apoyó su sombrero duro y grueso en la entrada,
naturalmente,cerrada 
e instintivamente,apretada.Cerro sus manos sobre las caderas.Por última vez,volvió a levantar los glúteos hacia su punta y fijo su mirada en como se deformaba a medida que iba desapareciendo de su vista.Siempre le causaba un plus de placer ver los agujeros empezar a dilatarse para hacerle lugar a su pija,que,el,sabía que no era,particularmente, larga,pero,si era,
respetablemente,,gruesa.Bernardo empezó a sentir el rigor de el acceso en su cuerpo y había empezado a resoplar.:"¡¡La pucha,Don Gustavo que la había tenido gruesa!!Está costando 
bastante que me entre.Me está haciendo transpirar".Gustavo gozaba con cada cmt.que le metia y también disfrutaba del poder que le daba la situación.Y seguía dándose placeres extras:"Si le parece,se la saco,Bernardo".
La levantada de su culo y el empujón ...

... haciendo que otro trozo de su pija se clavara más adentro de su orto le respondió.Gustavo podía ver los nudillos blancos de tanto apretar la sabana de su cama.En el afán de aumentar su propio placer le preguntó:"Bernardo no se si el tratamiento indica que se la tengo que meter toda o un pedazo nada mas".-
La voz resultó dolorosa al contestar:"¡¡No sé,Don Gustavo,no sé!!.Decida ud.pero,
deme unos momentos para recuperar el aliento.Siento mi culo demasiado abierto".Aumentó la presión de sus manos sobre sus caderas,se empinó sobre la punta de sus pies y con un envion corto,fuerte y seco mandó para adentro el resto del gordo pedazo de verga que,aún,faltaba por entrar.
Bernardo,no necesito que nadie lo guiará.Sus dientes mordieron con desesperación la almohada que estaba frente a él.Pero,ni eso pudo acallar el gemido,casi,animal que se escapó de su garganta:"¡¡Don Gustavooo,me parteeee
en dos!!.Su aullido rebotaba por las paredes del dormitorio.Gustavo se preparó para los corcoveos que,
indefectiblemente,llegaron.Bernardo bufaba y gemia como si estuviera en agonia.Pero,ni aún asi lograba que el cuerpo que estaba dentro del suyo se despegara ni un cmt.Ante la firmeza y la quietud de Gustavo,Bernardo se fue serenando.Podía sentir,nítido,el tronco refregandose contra su ardiente,entrada.
En tanto,Gustavo,desde la tranquilidad que le daba su basta experiencia,se mantenía inmóvil a la espera de que el agredido culo,de a poco,empezara a aceptar al invasor.Él sabía que más tarde o ...