Un matrimonio diferente - segunda parte
Fecha: 23/01/2018,
Categorías:
Sexo en Grupo
Tabú
Autor: Arandirelatos, Fuente: xHamster
... casi no se hablaba pero tampoco recriminaba nada, pese a los chismorreos de la gente.Finalmente Crispín y Enaida tomaron una decisión inteligente, la mejor que pudiera tomar matrimonio alguno:“que los demás digan misa, nosotros nos entendemos y eso es lo que importa. Nos aceptamos así como somos, nos amamos.”Así no sólo salvaron su matrimonio sino que lo hicieron honesto y verdadero, más que muchos otros:—Mira amor, esta esIsabel, la invité para que comiera con nosotros, ¿cómo ves?—Mucho gusto —dijo la jovencilla y extendió la mano.Su apariencia inocente la hacían ver aún más chica de lo que era.Poco después, la jovencísima Isabel fue iniciada en los caminos del placer por la pareja. En poco tiempo, la chica ya le lamía el pitote al esposo de Enaida mientras ésta la miraba sonriente.Como Isabel aún se mostraba avergonzada e inexperta, Enaida acudió a ayudarle. Una a lado de la otra continuaron lamiendo el erecto y cabezón miembro de Crispín dejándolo bien parado y brillantemente ensalivado. En ese momento, Crispín estaba satisfecho de haber aceptado la oferta de su esposa, y así instruir a la chiquilla.Las dos mujeres se sonreían; una más experimentada, la otra nerviosa y novicia, pero ambas cómplices en el placer miraban con coquetería al hombre que acostado las veía.—Quiero ver cómo te la coges —dijo de repente Enaida.Isabel tragó saliva, un tanto sorprendida y si bien temerosa, aceptó lo que vendría.Crispín no podía estar más satisfecho con la Señora que tenía.—Oye, ...
... pero ponte condón, ¿no...? —dijo la chica, al ver que Crispín ya estaba por proceder a introducir su miembro desnudo en el virginal agujero.—No, mejor al natural, al fin es tu primera vez, no pasa nada.—¡¿Cómo que no pasa nada...?! —dijo a su vez Enaida, pero no hizo cambiar de parecer a su amado quien sin hacer caso se la metió hasta el fondo.—¡Vaya que estás bien apretadita! —dijo Crispín a Isabel, aunque miró a su esposa al final de su comentario como si le diera las gracias por llevarle a tan buena amiga; sin embargo, su esposa aún se notaba preocupada, al igual que la propia Isabel—. No se inquieten, antes de que me venga la sacó y lo escupo fuera.Luego los tres copularon. Isabel montando al macho prestado, Enaida brindándole su jugo a su amado. Ambas mujeres, una frente a otra se sonreían y reían mientras gozaban lo que la vida les brindaba.—¡Jijo... ya se vino, tu esposo ya se vino! —gritó de pronto Isabel.—¡No manches...! ¡Crispo, ¿qué hicistes?! —gritó a su vez Enaida.El otro ni pudo hablar, teniendo a su esposa sobre su boca. Fue hasta que ella se desmontó de la cara de su marido que éste dijo algo.—No se agüiten, no pasa nada —dijo con toda la boca ensalivada.—Bueno, nomás la embarazas y te la traes a vivir con nosotros, pero tú la mantienes, eh... nomás te digo —le dijo Enaida y luego rió.Fue así como Enaida rompió la tensión y los tres rieron.Aquella pareja era de las más dichosas en varios sentidos. Enaida y Crispín tenían un matrimonio abierto, airado y por ...