Las tangas de mi madre insatisfecha (2 parte) - Relatos Eróticos

Las tangas de mi madre insatisfecha (2 parte)

Aquel día y los siguientes fueron algo incomodos pues ella me hablaba poco, cierto día me quedé con ella a solas y decidí hablar bien con ella, le pedí disculpas y trate de arreglar las cosas, acepto mis disculpas y pues ya entrando en confianza me dijo que le gustó, puesto que mi papá ya no se la cogía desdés hace meses, aproveche eso para decirle que podía quitarle las ganas, prefiero que fuera yo quien se la cogiera en lugar de otro y que fuera infiel, nunca le paso por la cabeza ser infiel pero había días que si tenía la necesidad de tener algo duro dentro de pucha, ya que cuando se bañaba a veces se tocaba un poco pero nunca se había masturbado, ya saben mujer de pueblo, tarde un buen taro en tratar de conversarla al final  ella acepto pero con ciertas condiciones, la más importante es que jamás la besara en la boca, todo sería sexo común sin cosas extrañas o locas, recién me había dicho que si me fui sobre ella, le baje su pantalón le hice aun lado sus bragas y se la metí, mientras mi madre gemía como perra en celo yo le daba de topes una y otra vez, hasta que no pude más y me corrí como caballo dentro de ella. 
Así fue como empezó nuestro relación de sexo, me corría dentro de ella para no levantar sospechas ya que sí usaba condones quizás mi papá los encontraría tirados en la basura o en algún lugar, si me  corrida y los tiraba en el piso o se los echaba en la cara o en el cuerpo empezaría a sospechar por el olor, así que convencí a mi mamá para que siempre me dejara ...

... correrme dentro de ella, además el echo que ella esté operada para no quedar embarazada me da toda la confianza de metérsela hasta dentro. El correrme en su coño es la mejor experiencia que he tenido, a quien no le gustaría llenar de leche el coño de su madre pregunto yo. 
Aprovechábamos cada descuido que teníamos para coger, al día se la metía unas 3 o 4 veces, mientras mi papá veía la televisión en la sala yo me estaba parchando a mi mamá en su cuarto, me corrida dentro de ella, le acomodaba sus bragas y seguíamos con lo nuestro, unas horas más tarde, salíamos al patio donde tenemos un pequeño almacén ahí mismo me la cogía otra vez, podía sentir aún como mi semen de mi corrida anterior aún estaba dentro de ella, como sus bragas se mojaban con mezclas de sus fluidos y los míos, eso nos prendía más, cada cogida era llenarla de leche nuevamente. Mi madre se empezó a bañar todos los días por las noches por qué su cuerpo estaba muy sudoroso y su coño estaba apestando a leche de su hijo. Constante mente me acercaba a ella cuando estaba lavado ropa, los trastes, cuando hacia la comida o casas así, le sobaba sus pechos, le daba palmadas en su panocha y le restregaba mi verga bien dura en su culo, ella se calentaba cada vez más y más fácil, no aguantaba las ganas y ella misma se subía la falda o se bajaba sus pantalones para que me la cogiera, pero yo la dejaba caliente nada más, me gustaba ver como hacia sus cosas estando cachonda, su vagina seguro palpitaba por que le metiera mi ...