Experiencias morbosas de una prostituta joven
Fecha: 22/06/2021,
Categorías:
No Consentido
Tus Relatos
Autor: MimiDulce, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
Experiencias morbosas de una prostituta
¡Buenas noches! Soy Mimi, soy prostituta. Vine a contar algunas de las aventuras más morbosas que viví.
Mi primer experiencia
Recién salía del colegio, estaba de novia hacía 3 años, pero éramos bastante inocentes. Necesitaba plata para un vestido y nadie me contrataba por ser menor de edad, así que me registré en Tinder para ofrecer fotos a cambio de dinero.
Conseguí bastante, pero muchos querían ir más allá. Un día, uno de ellos de 68 años me reconoció en la calle y me envió una foto de mí en un lugar del centro. Me dijo que le gustaba que yo pareciera una niña pequeña y no que parecía de 18 (si supiera que me faltaba). No me animé a contestar porque me dio un poco de miedo, hasta que me ofreció bastante plata por ir a su departamento a “jugar”.
Acepté.
Me ofreció un porro, fumamos y me pidió que me desnude.
Lo miré avergonzada y comencé a sacarme la ropa, primero me saqué la corbata del uniforme, luego desabotoné la camisa, y bajé el cierre de la pollera
- ¿Sabés qué? Dejate la pollera pero sacate la ropita que tenés abajo nena.
- Sí.
- ¿Sí qué putita? ¿Cómo le faltas el respeto así a tu papi?
- Sí papi -Lo miré atenta. Nunca había vivido algo así.
Sus ojos no se despegaban de mí mientras yo me sacaba la camisa. Hacía un poco de frío y mis pezones estaban erectos. Me saqué el corpiño y lo miré. Él estaba tocándose la verga por encima del pantalón, y me miraba con la boca abierta.
- Tenés tetitas de nena, ...
... traemelas acá que quiero chupártelas todas.
Me acerqué y me sentó sobre él, sobre su pantalón del uniforme, y comenzó a besarme y lamer mis pezones.
- Ay papi, seguí, seguí. -Nunca había sentido esto con mi novio.
Con sus dedos jugaba con mi otro pezón, mientras yo sentía su verga latir en mi concha aún entangada.
- Si querés que siga me vas a tener que chupar un ratito el orto pendeja.
Me pegó en la cara, y me agarró del cabello para dejarme arrodillada en el piso. Se paró frente a mí, se bajó los pantalones y primero me pasó la punta de su verga mojada en mi cara, en mis labios. Se la sacudió y me metió un poco la cabeza. Luego se dio vuielta y comencé a besar los cachetes de su culo, luego los abrí y comencé a jugar alrededor de su culo con mi lengua. Comenzó a suspirar, y se pajeaba mientras yo apretaba su culo con una mano e introducía y jugueteaba con mi lengua, enloquecida con sus suspiros.
- Vení putita, chupamela un ratito antes de que te la meta. ¿Tomás pastilla vos?
- No, traje preservativos
- ¿Vos qué te pensas pelotudita? -Me pegó una cachetada- A mí me tratas de usted. Ya es la segunda vez que me tratás de vos. Y yo no me pienso poner un forro.
Lo miré asustada, pero sentía cosquillear mis pequeños pezones rosados, y cada vez mi conchita se humedecía más. Que un viejo tenga la pija así por mí me calienta un montón.
- Sí papi, lo que usted diga. No se enoje por favor. -Pedí mirándole, realmente creyendo que era mi papi.
- Te tengo que castigar ...