1. AL QUE QUIERE,SE LE DA.


    Fecha: 23/06/2021, Categorías: Fantasías Eróticas Tus Relatos Autor: UNOMAS, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... gigantesca "O".Mirta se había montado sobre mi verga y los empujones la sumergian  hasta su mismo fondo y sus gemidos extraian también los míos.Desde mi asiento,vi como Claudia era conducida hasta la orilla de la gran mesa que dominaba el comedor y la lustrosa piel separaba sus piernas,
    mientras,era invitada a inclinarse sobre la superficie de la mesa cuyo brillo competía con la piel que recorría su cuerpo y aproximaba el,terrible,cañón que deslizaba,maliciosamente,por sus muslos generando el levantamiento provocativo de sus glúteos.Claudia movía sus caderas en franco ruego por ser penetrada.Su cuerpo emitía,mudas,
    suplicas exigiendo ser satisfecha.Tomás se aferró a las caderas,empinadas,de Claudia,mientras,su negro ariete se dirigía a su cálido y húmedo objetivo.
    Mirta gozaba de los efectos que el cuadro frente a nosotros hacía que mi pija mantuviera una,permanente,dureza.
    Ella separó su cuerpo del mio y sus manos le dieron una nueva dirección a mi calentura.Cuando su cuerpo empezó a descender,percibí que una,nueva, presión se cerraba y envolvía mi verga.
    Mirta daba muestras de un control excepcional sobre su culo.Su túnel apretaba y cedía alrededor de mi pija produciendo sensaciones exquisitas,
    jamás experimentadas.En medio de esas tormentosas oleadas de placer,oí un quejido de gozo y dolor mezclado.El trozo de carbón brillante empezaba a ingresar en el cuerpo de Claudia.Su cuerpo se arqueaba mientras avanzaba la penetración.Una de sus manos blanqueaba sus nudillos ...
    ... apretando el borde de la mesa.La otra se cerraba,con desesperación,sobre los músculos tensos y brillantes de las piernas que empujaban el,durísimo,grafito dentro suyo.Tomás enterraba su interminable lanza negra entre los labios mojados y tembloroso de mi esposa que apretaba y separaba sus rodillas sin poder detenerse.Señal inequívoca de que era asaltada por una sucesión de orgasmos que no podía contener.Claudia gritaba y se corría.Gemia y se corría.Gruñia,
    bufaba y seguía gozando mientras sus jugos bajaban bañando sus muslos.-
    Luego de interminables minutos en los cuales la,brillante y obscura cadera jamás retrocedió,al fin sucedió lo que hubiera parecido imposible de lograr.La piel negra se confundió con la piel nacarada formando un solo cuerpo que compartían,como minutos antes en la pista,una danza de extremo placer.Ambos cuerpos se movían,se ondulaban,se estrellaban.Tomás iba iba y venía.Claudia hacia,exactamente,lo contrario,como resultado,ambos lograban su propósito.Tomás guardaba la totalidad de su reluciente miembro en el cuerpo,tembloroso de Claudia,quien a su vez conseguía que,absolutamente,
    todo el nervioso corcel negro entrara 
    hasta el mismísimo fondo de sus entrañas.Ese espectáculo me fue brindado por un espacio de tiempo sin tiempo.Tomás empezó a separar sus muslos del cuerpo de mi esposa.La barra negra salía,salía y salía hasta que al fin apareció la tremenda cabeza inflamada y obscura.Yo adivine unos instantes antes lo que,Tomás,se proponía.Hice el intento ...
«12...91011...14»