AL QUE QUIERE,SE LE DA. - Relatos Eróticos

AL QUE QUIERE,SE LE DA.

... ella y serpenteaban buscando el piso.En el momento en que la negra barra se desprendió del cuerpo de Claudia,entendí,de inmediato el concepto de defloración.Efectivamente,
el agujero anal de ella,era,un gran florero,
obviamente,sin flores.Sólo era el resultado del inmenso tallo negro que la había penetrado y dejado a su paso un orificio por el cual podía introducirse
perfectamente,una gran ciruela negra y brillante.Mientras la,amorfa,oscuridad de Tomás recuperaba su tamaño en estado de reposo,el resto de los simples mortales,yaciamos desparramados,
algunos,en el sillón,otra como Claudia estaba,literalmente,tirada sobre la alfombra,que era hasta donde se había deslizado su cuerpo,impregnado por la leche que el miembro convulsivo había derramado por gran parte de su humanidad.-
Obviamente,me resulta imposible hacer precisión de tiempo.Sólo me consta que el gran frenesí sexual nos había dejado extenuado,por lo que calculo,que alguna especie de somnolencia nos ganó a todos por espacio de un par de horas.También desconozco quien fue el primero en retomar la actividad.Yo me despierto con la cabeza de Mirta,
subiendo y bajando desde mi entrepierna,pero,también me siento invadido por otra sensacion.Los dedos,
ya conocidos,de ella me estimulan analmente.Claudia,ya,esta saciando su necesidad oral.Su mano emroscada en la,asombrosa,sombra acompaña el vaivén de su boca devorando,hasta el límite de sus arcadas,el tiznado ariete.La observo,la veo,la sigo con mi mirada.Se ...

... incorpora,algo le dice al negro,quien se sonríe,y se dirige hacia el sillón,en el trayecto,su inmensidad obscura,lo precede.Se sienta a mi lado,el mástil apunta al techo.Claudia cruza sus piernas por encima de las de color,se ubica de espaldas a Tomás,sus manos aprisionan el mango,y,ante un acto que sólo unas horas atrás hubiera sido impensado,empieza a bajar su cuerpo introduciendo,ella misma,el portentoso,
miembro¡¡¡en su culo!!!.Los profundos,
gemidos delatan su dolor y su placer en iguales proporciones,pero,ella continúa empujando su cuerpo contra el ascenso punzante del trozo de ébano que se va perdiendo en su interior.Sorpresivamente
Mirta pierde su interés en mi verga y me abandona.La sigo con la mirada,me interesa descubrir su nuevo objetivo.Se arrodilla entre las piernas abiertas de Claudia,y,comienza a devorarle la concha a mi esposa.El tremendo garrote clavado hasta el mismísimo,límite en el orto de Claudia y la,experta,lengua de Mirta comiéndole los labios empapados la llevan a límites inesperados.Fijo mi vista en su rostro,Su cara está desfigurada de tanto gozo.Sus ojos están vueltos hacia arriba mostrando sus pupilas blancas.
Su boca tiembla y sólo balbucea sonidos incoherentes.Tomás envuelve sus caderas y la funde contra su cuerpo.La penetración es total y brutal.Los orgasmos,también.-
Mirta se retira de entre las piernas de mi esposa,y Claudia se desprende del broche obscuro que la mantenía pegada a la negra y enorme humanidad.Su cuerpo,totalmente,saciado y exprimida ...