AL QUE QUIERE,SE LE DA. - Relatos Eróticos

AL QUE QUIERE,SE LE DA.

... excluía sus conocimientos sobre el tema en el que ofrecía su ayuda.Lo hacia porqué era su forma de ser.
Su personalidad era ser así y siempre se comportaba en consecuencia.
Con esta información en mi cabeza había llegado el momento de"poner toda la carne al asador".Esa tarde,al acercarme a la mesa que ocupaba en el comedor de la empresa,con su café delante ella,apele a mis mejores dotes de"actor de reparto"y cuando me senté frente a ella mi cara era una muestra de preocupación.Luego de medio balbucear un saludo,dejé que mi mirada vagara pérdida frente a ella.No demoró nada en.preguntarme:",Víctor,¿Qué te pasa?".
Obviamente,mi afiebrada,mente no había registrado su pregunta,por lo que volvió a repetirla poniendo más énfasis está vez:"¡¡Eeh,Víctor¿Qué te sucede?".Como si recién la escuchara por primera vez,le dije:"Aah,quee?Perdóname¿me hablaste?
No te escuché".Había logrado el primer paso.Llamar su atención.:"¡¡Si,claro que te hable!!pareces un zombie,¿que te sucede?".El siguiente movimiento debía ser muy cuidadoso,debía apuntar a su condición de mujer,por lo tanto¡curiosa!.
:"Perdóname Mirtita,no me pasa nada.
Estaba distraído nada más".Su reacción me hizo pensar que tal vez habría podido ganarme la vida como actor secundario.
:"¡¡Oime,¿tengo cara de idiota?,Se ve a kms.que algo te preocupa.¿Podes decirme de que se trata?".Venía la penúltima escena.Realmente,interesarla en lo que me ocurría.:"Por favor,no te enojes,pero,es demasiado íntimo y personal como para andarlo ...

... ventilando".
Su brusquedad en la respuesta me confirmaron que había dado en el blanco.:"¡¡Aaahh!!,ahora resulta que hablar conmigo,es¡¡andarlo ventilando!!.Muchas gracias por la confianza".Empezó a retirar su silla para ponerse de pie y marcharse de mi lado.Era el momento final de la obra.Ahora vendrían los silbidos o los aplausos del público.Con un gran pesar en mi rostro y gran desesperación tendi mi mano hacia ella como un hambriento pidiendo pan.:"¡¡No,no!!.Por favor no te vayas.No me dejes sólo en este momento".Cuál habrá,sido mi expresión,
que se derrumbó,nuevamente,sobre su silla.Su mano apretaba mi brazo,
mientras, su voz,mucho más angustiada me rogaba:"¡Por favor,Víctor!somos amigos,¿Decime que te está pasando?".Los aplausos retumbaban en las paredes de la cafetería,el público se ponía de pie y tiraban sus sombreros hacia el escenario.Entonces respondí,casi,entre sollozos
:"Perdóname,perdoname Mirta,sos la única amiga que tengo.Pero,no se como decirlo".Hasta ese momento,acababa de decir la única verdad.¡¡No sabía que decirle!!.Nuevamente,ella me dio el pie:"Como te salga.Entre amigos las cosas se llaman por su nombre,,así que,
dale,te escucho".Me revolví inquieto en la silla,como buscando las palabras y el coraje y salté al vacío:"Claudia,mi esposa,quiere hacer un trío con otra mujer.Pero,la condición es que no debe ser paga.Yo no tengo idea donde  encontrar a una mujer dispuesta".Ya está.Lo había dicho.Los segundos pasaban,a mi me parecían siglos,y no ocurría ...