AL QUE QUIERE,SE LE DA. - Relatos Eróticos

AL QUE QUIERE,SE LE DA.

... ha preparado con anterioridad.A su regreso,los tres nos sentamos en el sillón grande.Yo,lo hago en medio de las 2.La conversación es forzada por parte de mi esposa,pero,muy fluida por Mirta que contribuye a aflojar la tensión,su mano se apoya en mi muslo,como dando la señal de largada.-
Siento como el cuerpo de mi esposa se envara al observar la mano de Mirta deslizarse sobre mis piernas.Me incorporo y de la mano me llevo a Claudia hacía el centro del living.La enredo y empezamos a bailar.Los 2 nos movemos al compás de la música sugestiva que sale del moderno equipo.Mis manos  van y vienen,
recorriendo el talle,sus muslos y su durísimo culo.Mi boca lo hace con su cuello,sus hombros.Desde el sillón,Mirta,
nos mira,se pone de pie y se acerca.Se une a nosotros por detrás de Claudia,
quien al sentir el contacto vuelve a tensarse,pero,mis manos y mi boca se acentúan y siento como empieza a relajarse.La verdad es que el movimiento de Mirta me ha sorprendido,no estaba previsto que ella avanzara sobre mi esposa,pero,no es momento para aclaraciones,más allá de que la acción  ha aumentado,considerablemente,mi temperatura.Los 3 nos movemos como si fuéramos un solo cuerpo.Claudia,en el medio es la,total,receptora de manos y bocas.Por debajo de su falda mis manos se cruzan con las de Mirta.Los 2,
tenemos los mismos objetivos.Los labios recorren el cuello y bajan por los hombros de mi señora,mientras,veo y siento la presión de su cuerpo contra el de Claudia.Mis manos trepan por ...

... entre sus muslos.Las de Mirta se adueñan de sus,magníficas y sensibles tetas.Al cabo de unos minutos,las manos de Mirta desaparecen debajo de la blusa de Claudia.Conozco demasiado bien sus reacciones para ignorar donde están y que están haciendo.Su respiración en mis oídos no me dejan dudas.Menos aún,cuando su voz dolida por el deseo pronuncia mi nombre.Decido que ha llegado el momento de cambiar de escenario.Con mis brazos enredo el talle de ambas y me dirijo a mi dormitorio.
Este representa uno de mis orgullos.No tiene nada que envidiarle a una habitación del mejor hotel previsto para el sexo.Un gran espejo cubre,casi,todo el techo,también,los hay de menor tamaño en distintos puntos de las paredes.Las luces no ocultan nada,pero,son tenues dejando espacio para la imaginación.
Allí,la secuencia no tiene grandes variaciones.Claudia vuelve a estar en el medio de la escena,pero,se agrega un elemento esencial,Las prendas,de manera lenta,pausada van abandonando los cuerpos.Asumo que,ver esos dos cuerpos,ante mi,cubiertos tan sólo con la mínima lenceria ha disparado mi lujuria hacia el infinito,totalmente,
aumentada al ver esas manos y esa boca describiendo el cuerpo de Claudia.
Sin alterar las posiciones,los 3,nos acostamos Mi señora sigue siendo el centro de cuanta caricia se produce.La visión de las 2 diminutas tangas que se retiran de sus dueñas,me llevan a imitar el hecho con mi última prenda.Ya liberados de todo obstáculos,los sexos son tocados,acariciados,frotados.Mirta se ...