"El mejor amigo de mi hermano menor" - Relatos Eróticos

"El mejor amigo de mi hermano menor"

... la deseaba, yo lo rete a que cerrará los ojos y sacará la lengua, cosa que él hizo y poco a poco me fui acercando y cuando estuve lo suficientemente cerca, metí su lengua en mi boca, cuando él lo sintió me correspondió el beso y los dos uniamos nuestros cuerpos calientes, podía sentir su verga aún cubierta por el boxer rozar contra la mía, nos besamos por uno o dos minutos hasta que decidí bajar por todo su cuerpo, besando su cuello, luego sus pezones, baje hasta llegar al bóxer el cual baje casi de inmediato dejando al descubierto esa sabrosa verga lampiña, tenía la cabeza roza y parecía invitarme a meterla en mi boca, primero le dí una lamida a la cabeza, al hacerlo Kevin se sacudió por la sensación, no podía resistirme más así que tome su pene con mi mano y me lo metí a la boca y comencé a chupársela, él solto un gemido, yo metía y sacaba su verga de mi boca lentamente para que no se viniera tan rápido, él puso sus manos en mi cabeza y comenzó a marcar el ritmo, primero lento y poco a poco subia la velocidad, habia momentos en los que creí que me ahogaba pero no quería parar, chupársela era lo mejor del mundo, pronto el se detuvo y no tuve tiempo de sacar su verga de mi boca cuando sentí su semen caer por mi garganta, era delicioso, cuando acabo me puse de pie y lo volví a besar, mi lengua y la suya jugaban saltando de una boca a la otra, luego él me devolvió el favor y bajo hasta llegar a mi verga y ni corto ni perezoso se la metió en la boca, parecía que sabía lo que ...

... hacía por qué esa mamada era la mejor que había recibido en mi vida, sentía su lengua pasar por toda mi verga, y cuando estuve a punto de terminar lo detuve y lo puse de pie, él se puso en cuatro y abrió sus nalgas marcando el camino que debía seguir, fui por un condón de mi hermano, y entonces comencé a penetrarlo, entre lento pues pensé que le dolería pero nuevamente me sorprendió pues su reacción fue más de placer que de dolor, poco a poco aumente la velocidad y él solo gemía más y más cada vez más fuerte, cuando termine me quedé pegado a él abrazándolo por la cintura por unos segundos y después los dos quedamos rendidos en el piso de la sala, eso había sido increíble pero aún faltaba algo más, a los pocos minutos él estaba erecto otra vez y me dijo si podía penetrarme, a lo que accedí sin dudar, saque otro condón y se lo puse, me puse boca arriba y él levantó mis piernas, pude sentir la punta de su pene en mis nalgas y luego él lo fue introduciendo, yo solo gemía de placer, poco a poco empezó a follarme, puso sus manos sobre mis caderas y yo me moria de excitación, él se movía cada vez más rápido y en un momento se acercó a mí boca y me dio un beso apasionado, él siguió embistiendome por un rato más hasta que terminó dentro, nos quedamos un rato sentados en el piso totalmente desnudos, después de un rato le pregunté si alguna vez habia hecho algo como eso y él me respondió que lo hacía frecuentemente con su primo, un primo que yo conocía y que me volvía loco. Por último nos ...