Manteniendo la familia unida - Relatos Eróticos

Manteniendo la familia unida

... por momentos se sacaba la verga de su boca para alentarlo a que aguantará un poco más. Sentí escalofrío, mi panocha se humedeció de inmediato. Cuando mi hermana se dio cuenta de mi presencia, hizo un guiño para que guardará silencio. Me mordía los labios al ver con que maestría lamía ese caramelo, caramelo prohibido para nosotras. Luego de algunos instantes mi papá eyaculó en la boca de mi hermana, quien desesperada succionaba para no desperdiciar ninguna gota de ese semen. De pronto mi papá se sobresaltó y trató de disculparse, intentó incorporarse pero tratamos de tranquilizarlo. Yo me hinqué frente a el y tomando su verga semi flácida me di a la tarea de revivirlo. Mamando y explicando que sabíamos de su problema y que deseábamos ayudarlo. Sorprendidos los tres vimos como logró volver a tener una erección tal vez no como la primera pero si respondió. Yo también se mamar rico le dije, y mostré mis habilidades. Papá no dejaba de elogiarme y agradecernos lo que le estábamos haciendo. No se cuanto tiempo pasó y volvió a eyacular, gustosa lamía a lo largo esa verga que nos engendró a mi hermana y a mi para limpiar la leche que le escurría, Jess se unió y con nuestras bocas al mismo tiempo chupábamos golosas. Papá terminó exhausto, Jess me besó con el pretexto de limpiar mis ...

... labios, me sentí rara. Dormito unos minutos en el sillón mientras nosotras platicamos al respecto. Mamá no estaba en casa, salió desde medio día y solo pasó para dejar pizza a mi hermana. Obvio estaba cogiéndosela algún amigo. Papá aunque lo sabía trataba de justificarse, le marcó y no contestaba, después ella le contesto por watts. Hablaron unos minutos y después colgó diciendo que ya venía para acá. El se volvió a duchar y nosotras nos metimos a nuestras recamaras. No se habló  acerca de lo ocurrido, hasta que volvió a irse a su trabajo. Se despidió de nosotras, y volvimos a mamarle la verga como despedida , aprovechando que mamá aun dormía por la mañana del domingo, ya que ella siempre se levanta tarde . Prometiéndole al mismo tiempo que  las dos nos metíamos su verga a nuestras bocas, que lo estaríamos porque deseábamos entregarnos plenamente a el. Nuestros murmullos por temor a que nos escuchará mamá y el contacto con nuestras lenguas hicieron que eyaculara y lamiamos lo más posible para no desperdiciar una sola gota de ese semen prohibido para nosotras pero que ardíamos por sentirlo dentro de nuestras panochas mi hermana y yo. En otro relato les contare lo que sucedió y como cambió el incesto nuestra forma de vida. gracias por leer mi relato y espero que les haya gustado.