Una sorpresa en el taller mecánico
Fecha: 24/01/2018,
Categorías:
Anal
Sexo con Maduras
Transexuales
Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster
... durísima y pulsante. En dos segundos sentí su lengua recorriendo mi aparato; se lo metía hasta el fondo de la garganta y me lo chupaba con mucha habilidad, mientras me miraba fijamente a los ojos, lo cual me ponía todavía más loco.Anita al principio había quedado tildada, pensó que la iban a coger a ella como de costumbre y se encontró que debía ser testigo de cómo una verdadera hembra me preparaba para mantener una sesión de sexo inolvidable.Pero enseguida Ricardo se deslizó detrás de ella, metiéndole una mano dentro de sus calzas para acariciarle la concha bien humedecida.Yo seguía gozando de la mejor mamada de mi vida; jamás Anita, que era muy buena chupando pijas, me había hecho sentir así. Cuando ya casi estaba a punto de acabar Tamara se incorporó susurrándome al oído:"Ya estás listo para la mejor culeada de tu vida, nene, a mi me gusta que me rompan bien el culo... vos sería capaz de hacerme ese favor?"Se apoyó boca abajo en el escritorio y deslizó sus calzas apenas, dejando ver solamente un dilatado orificio anal, brillando a la luz gracias a un gel lubricante esparcido generosamente.Me acerqué con mi verga en la mano y se la dejé ir de una sola embestida, penetrándola sin dificultad, mientras ella gemía suavemente, girando su cabeza para mirarme sonriente.La aferré por las caderas y empecé a bombearla con más energía, incrementando el ritmo, sintiéndome poderoso dentro de ese culo tan perfecto, que se abría cada vez más con mis embestidas. Aproveché la cola de ...
... caballo para tirarle la cabeza hacia atrás, mientras ella buscaba mi boca para besarme; Tamara solamente gemía y jadeaba, acompañando mis movimientos con su cuerpo, su redondeado culo yendo al encuentro de mi dura verga.Después de un buen rato de deslizarme dentro y fuera no pude aguantar más y exploté en un orgasmo infernal, vaciándome dentro de su ano y llenándola con mi leche caliente…Caí sobre ella mientras recuperaba el aliento y luego saqué mi verga de su cuerpo, todavía endurecida a pesar de semejante polvo. Tamara sonrió satisfecha y se incorporó, acomodándose otra vez las calzas en ese cuerpazo.Se acercó a Anita, que a esta altura había experimentado un par de orgasmos gracias a los dedos de Ricardo explorando y acariciando su concha, diciéndole sensualmente:"Ahora es tu turno, pendeja, también voy a hacerte disfrutar de una buena culeada"Mi esposa no entendía la situación, pero entonces Tamara la hizo girar e inclinar, quedando apoyadas sus hermosas tetas en el respaldo del sillón grande. Luego le bajó las calzas negras hasta las rodillas y también deslizó un poco las de ella.Desde mi posición podía ver esos dos culos espectaculares, pero tampoco entendía qué estaba sucediendo, así que me acerqué para tener una mejor vista.Entonces Tamara embistió el culo de Anita, que dio un grito desgarrador de dolor, quedando con la boca abierta, intentando tomar aire. La veterana soltó una carcajada y se echó hacia atrás, cuando entonces pude ver la tercera sorpresa de la tarde.Tamara ...