Con dos amigos
Fecha: 16/07/2021,
Categorías:
Intercambios
Tus Relatos
Autor: Lore, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
Raúl era el médico que atendía a mi papá, vino de su país a hacer una especialidad y desde que llegó le asignaron a mi padre, quien, por su enfermedad, se internaba por temporadas y en ellas lo visitaba todos los días y me quedaba los fines de semana en las noches a cuidarlo. Eso me permitió un trato continuo con Raúl y una mejor atención para mi papá, las jornadas eran fatigantes, ya que manejaba de la oficina al hospital todos los días y de regreso, tres o más horas diarias, bajé de peso, mi agotamiento era crónico. Un sábado, al concluir la guardia, apenas podía con mi humanidad, Raúl se percató de ello y me ofreció su departamento para que durmiera mejor y no manejara hasta mi casa, sabiendo que regresaría por la tarde-noche, acepté gustosa. El departamento estaba en un edificio cercano, prácticamente todo era ocupado por médicos del hospital, era un departamento pequeño, con lo indispensable, lo rentaban amueblado, me llevó a él, me dio una llave y se retiró, dormí hasta bien entrada la tarde, me bañé y me preparé un sándwich, regresé al hospital para hacer la guardia de ese día. Raúl me ofreció que ocupara el departamento las veces que quisiera, le tomé la palabra y acostumbré hacerlo los sábados.
La relación se hizo más cercana, ya me decía “flaquita”, en realidad no era flaca, pero si era notoria mi baja de peso, platicábamos de cosas personales, en muchas ocasiones comíamos cerca del hospital, antes de retirarme a mi oficina.
Todo empezó un sábado en que ...
... ocupé nuevamente el departamento, salí del cuarto, somnolienta, sólo con mis bragas, me dirigí al baño para ducharme cuando me percató que está sentado en la sala observándome, traté de cubrirme pero ya era tarde, el se volteó pero ya había visto lo necesario, entré al baño corriendo, me duché y salí envuelta en una toalla, me vestí y salí apenada, él se disculpó por no haberme dicho que llegaría, total, nos reímos del incidente. Salimos a comer algo para regresar al hospital y la jornada transcurrió normal.
En la mañana del domingo, Raúl me dijo que era necesario que hiciera algo más que ir de la oficina al hospital, que era necesario distraerme, así que me sugirió que fuéramos al departamento para que me duchara y saliéramos a algún lugar, acepté gustosa y así ocurrió, me duché, después él y salimos, caminamos en un parque, visitamos algunas tiendas, comimos y entramos a un cine, regresamos a su departamento para alistarme e iniciar la guardia con mi papá, y ahí fue cuando ocurrió.
Entré al cuarto a recoger mi maleta, el se quedó en la puerta observándome, tomé la maleta para salir y en la puerta quedamos frente a frente, sin decir nada me abrazó, me gustó su abrazo, recargué mi cara en su pecho, él era más alto, más de 1:80, así estuvimos unos instantes, levanté la cara y nos besamos, un beso fuerte, cálido, urgente, su lengua entró en mi boca, sentí que sus manos se deslizaban en mi espalda hasta posarse en mis nalgas, las apretó, las separó, sus dedos buscaba la ...