CORTOS SEXUALES II - Relatos Eróticos

CORTOS SEXUALES II

... si, mientras,le abría la puerta del living y lo saludaba.
Me subí a mí coche y me aleje.Habia hecho algunas cuadras cuando el auto tosió un par de veces y se detuvo.
Alcance a arrimarlo al cordón,me bajé y debido a mis nulos conocimientos de mecánica,luego de pensar algunos minutos si continuaba o me regresaba a casa decidi,esta segunda opción.De manera lenta emprendí mí retorno,
reclamando por mí mala suerte.Al llegar frente a mí casa,observé que el auto de Vicente continuaba estacionado.El hecho me hizo recordar que en el acto de saludarlo me había olvidado de terminar de cerrar mí cochera.Ese es el motivo por el cual al acercarme constato que la misma, efectivamente,se encuentra semiabiera.Por ahí,ingreso a mí casa y me aseguro de cerrarla.
Traspongo la puerta que une este ambiente con el resto de mí casa y en rumbo hacia mí dormitorio escucho los sonidos que provienen del living donde, seguramente, Andrés y Vicente están conversando y tomando algún refrigerio.
Al pasar frente a la puerta entreabierta,
alcanzó ha hacer,apenas,2 pasos y me detengo.Mi descuidada mirada al pasar envío a mí mente una figura contraecha.
Algo de la imagen recibida no consigue armarse en mí cabeza.Vuelvo sobre mis pasos,y,en silencio asomo mí cabeza. Ahora,sí,armo la realidad.Ambos cuerpos se encuentran, totalmente,
desnudos.Vicente está parado frente a la mesita ratona ubicada en el centro del recinto,pero,sus manos se apoyan sobre este mueble.Mi marido,detrás de él,entierra su ...

... verga dentro del culo parado y ofrecido de mí consuegro.El mástil de Andrés castiga las nalgas de Vicente haciendo que a cada impacto,
estás se agiten como gelatina.La imagen de mí marido haciéndole el culo a su consuegro de manera desaforada,logra que la vision recibida impacte entre mis piernas.Durante un rato asimilo el cuadro ante mis ojos,y, nuevamente,como me sucede en estos casos,mí entrepierna toma el control de mis actos.Retrocedo, en silencio,y me dirijo a mí habitación.En el trayecto van quedando,regadas,todas mis prendas.Al llegar,solo,conservo mis altísimos tacones.Del cajón de mis placeres, ahora sí, elijo el más poderoso.
Sus dimensiones son temibles al punto de que,yo,aún no reúno el coraje de probarlo en mí, propio cuerpo.Me regreso al escenario de la lujuria.En el camino ajusto el arnés a mí cintura e ingreso sin ser detectada.La posición de Vicente y sus ojos, fuertemente,cerrados me permiten un acercamiento hasta ubicarme a espaldas de mí marido.Toco su hombro y cuando gira,mí dedo índice cruzado sobre mis labios y mis señas de que se retire le explican más que mil palabras cuáles son mis intenciones.Sus ojos bajan hasta el descomunal falo.Sus labios amagan un reproche que yo silencio cruzando, nuevamente,mí dedo sobre mis labios.Retira su miembro desde el mismo fondo del culo de Vicente originando la queja de este:"iiNo, Andrés todavía me falta,metemela otra vez!!.Obedeciendo a su pedido,me ubicó entre sus piernas, dirijo la amorfa cabeza a su ...