1. La perrita quiere el coño de su ama


    Fecha: 25/07/2021, Categorías: Lesbianas Tus Relatos Autor: Tu_Nicolette, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    –¿Cómo está la perrita de mami?– preguntó mi ama apenas me vio en la puerta, mientras extendía la mano a mi coño siempre húmedo.– mmm como una buena perrita– se respondió mi ama.
    Yo no podía evitarlo, cuando escuchaba cerca de la puerta los pasos de mi ama empezaba a excitarme por el placer que vendría.
    Mi ama entró, se sentó en el sillón de la sala, me hizo señas para que me acercara a ella, lo cual hice. Mi ama me pidió que le diera la espalda. Tocó mi cuerpo desnudo y después, sin previo aviso, metió un dedo en mi culo.
    – ¿Te gusta perrita?
    – sí ama.
    Ante la respuesta, mi ama sacó el dedo. Me dió la vuelta e hizo que lo lamiera.
    –¿Te gusta perrita?
    – sí ama
    Sacó el dedo de mi boca y me asestó una nalgada.
    –¿Te gusta perrita?
    – sí ama
    
    Mi ama se me quedó viendo. 
    – A ver perra estúpida, a la que tiene que gustarle esto es a mi. Ruegame porque te deje darme placer.
    Yo me puse de rodillas frente a mi ama, comencé a besar sus pies
    
    – Ama, por favor, deje que su humilde perra le chupe su rico coño. Por favor, ama, su perra necesita comer coño
    
    Mi ama se rió
    –¿Por qué?
    –porque eso hacemos las perras.
    Yo seguía besando los pies de mi ama. Cuando dije lo último me indicó que siguiera. Empecé a besar sus suaves e interminables piernas cubiertas por elegantes medias negras, besé las caras internas de sus muslos, hasta sentir en la nariz el olor de su glorioso coño, frente al cual me detuve.
    –¿Quieres coño perrita?
    – sí ama
    –Antes tienes que ganarlo, necesito ...
    ... saber si sabes chupar y lamer. 
    Mi ama se quitó su blusa y dejó al descubierto unas hermosas tetas blancas, con unos pezones oscuros que estaban erectos y listos para mi boca.
    –Empieza perra
    Yo me lancé a las tetas de mi ama con hambre. Comencé a lamer, chupar y morderlas, mientras mi ama apretaba con fuerza mis nalgas, dejando sus largas uñas en ellas. Mi ama empezó a venir y eso me calentó aun más. 
    Después de un rato delicioso de comer tetas, mi ama me pidió que parara, me dió un par de nalgadas. Se levantó del sillón, quitó su falda y medias y se acostó poniendo hacia arriba tu culo.
    
    –Nada mal, perra, que bueno ver qué sirves para algo. Ahora cómeme el culo.
    
    Igual que con las tetas, no me tardé nada en empezar a comer las blancas nalgas de mi ama. Su ano era delicioso. Metía y sacaba mi lengua, mientras escuchaba gemir a mi ama, mientras ella acariciaba suavemente sus tetas.
    
    Cuando estuvo más o menos satisfecha me pidió que me levantará. Volvió a sentarse en el sillón y me pidió que me acercara. Revisó mi coño, el cual estaba escurriendo del placer de probar a mi ama.
    
    –Muy bien perrita– me dió un golpecito en el coño y empezó a acariciar en círculos mi clítoris– gime, puta.
    Yo empecé a gemir muy fuerte, mientras mi ama me veía con burla. Se detuvo y dió otra cachetada. Me hizo arrodillarme, tomó mi cabello y empezó a gritarme–¿No me dije que la que tiene que disfrutar soy yo? ¿Cuando te di permiso de empezar a chorrear como una puta zorra,? No vas a tener ...
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