Rosina 2
Fecha: 25/01/2018,
Categorías:
Hetero
Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues
Me levanté con mucho cuidado de no despertar a Rosina, que dormía profundamente. Vi manchas en las sábanas, que imaginé que era la leche que le había dejado en la cola, que mientras dormía se le habrá salido. Me duche y me puse a tomar mate. Al rato la veo aparecer en la cocina, solo con su bombacha puesta, descalza, sus tetitas al aire, con cara de tener mucho sueño, «buenos días Pablo», me dice, «buenos días Rosi», le dije y nos dimos un beso medio en los labios y medio en el cachete. «Donde esta mi camisón?», me dijo, «lo puse para lavar, pero si querés quedarte así, estas hermosa», le dije acariciando una de sus tetitas. «Me duele la cola», me dijo llendo a la heladera y sacó batido de chocolate para tomar. «Es normal Rosi, acordate lo que hicimos anoche», le dije tomando un mate. «Si me acuerdo, pero estas seguro que nadie se va a dar cuenta de que ya no soy virgen de la cola?», me dijo tomando un vaso de batido, «no, quedate tranquila que nadie se va a dar cuenta, de echo, eso te va a dar la posibilidad de cuando estés con tú novio, te la meta por atrás, te gustaría?», le dije. «Sí, tenes razón, asi no se la estoy tocando», me dijo Rosi, sentándose en una silla a mi lado, «pero Rosi, dale,. contame que mas hacen, yo no me trago eso de que solo se la tocas», le dije, dándole un suave pellizco en una de sus pezones. Rosina sonrió bajando la cabeza, «una vez me dijo que le de besos en su pija y que la meta en mi boca, pero se la raspe con los dientes y me dijo que le ...
... había dolido», me dijo entre avergonzada y divertida por lo que me contaba. «Hay mi niña, ya es toda una señorita», le dije, haciendo que se levante de la silla, y la senté en mis rodillas, tirando su pelo hacia su espalda, y le empecé a chupar sus tetitas. «Hay Pablo, que cosquilleo me da entre las piernas cuando me chupas las tetas», me dijo suspirando y dejando que le chupe sus tetitas y pase mi lengua por sus pezoncitos. «Mejor me voy a bañar», me dijo levantándose de mis rodillas, «sí, asi después te chupo toda y te enseño como tenes que chupar la pija sin arañarla con los dientes», le dije, dándole una palmada en su cola. Rosina se bañó, se vistió y nos fuimos a comer fuera, ella iba agarrada de mi brazo, parecíamos padre e hija, nadie pensaría que esa niña anoche se había dejado romper la cola conmigo. Comimos, salíamos a pasear, entramos en un centro comercial y le compré algo de ropa y como a las seis de la tarde, volvímos a casa. «Nos ponemos cómodos?», le dije, «a que le llamas que me ponga cómoda?», me dijo, parada en la puerta de su cuarto, «a que estes toda desnudita», le dije. Rosina sonrió y se metió en su cuarto. Yo ma abrí una cerveza y estaba en la cocina, «así estoy bien?», me dijo parada en la puerta, completamente desnuda. Yo la miraba de sus pies, sus piernas delgadas, su conchita con apenas bellos, su barriguita completamente lisa, sus tetitas con sus pezones bien rosados, y esa carita de niña inocente, «estas hermosa», le dije pasando mis manos por su ...