Decidí ser mujer, y puta.
Fecha: 26/01/2018,
Categorías:
Transexuales
Autor: Gatitamewgay, Fuente: SexoSinTabues
... que él quisiera, ya fuera en ese baño o en su cubículo/habitación. El precio era razonable comparado con el riesgo que representaba para el propio conserje, según él mismo explicaba, así que nuestro amigo aceptó sin cuestionarnos y el trato de selló, poco después nos explicó cuales habían sido las condiciones y las “mujercitas” del grupo aceptamos con resignación, preguntándonos si no se trataba de una broma o juego por parte del conserje. Cabe mencionar que en ese punto yo aún no tenía ninguna clase de contacto sexual con nadie, ni experiencia real. Según lo acordado las cinco “niñas” teníamos que entrevistarnos con el conserje para conocerlo antes de que el grupo tuviera acceso a su parte del trato, y aunque teníamos miedo no pasó mucho tiempo antes de que así lo hicimos. Con discreción nos presentamos los cinco en su cubículo que era más bien una habitación espaciosa, su mini casa, puesto que también era velador. Fuimos bienvenidos en una tarde agradable, nos sentamos en su cama y uno por uno le contamos los deseos que tantas veces habíamos compartido con el resto, según su petición. El conserje era un hombre algo mayor, muy grande y robusto comparado con nosotros, simples niños…era de brazos anchos, manos toscas y piel oscura. Tenía además un rostro serio y ciertamente duro, daba miedo. Nos escuchó a todos atentamente desde una silla frente a la cama; pero con terror me percaté de que mostraba especial interés en mí. Escrutó unos minutos hasta que finalmente se levantó ...
... de su silla y en efecto, fue hacia mí. Posó su mano derecha en mi cabeza acariciando suavemente mis cabellos, luego mis mejillas con sus dedos rasposos y finalmente mis labios. Me inspeccionó un rato, suspiró y dijo claramente: -Tú vas a ser. Señoritas, las otras ya se pueden ir. Cuando los otros cuatro salieron de la habitación yo moría de miedo, nunca pensé que mi experimento me llevaría hasta esa situación. El viejo siguió acariciándome y yo me preparé para lo peor, hasta que de repente se detuvo y me dio instrucciones muy claras. Me dijo que tenía que inventar en mi casa que cierto día de esa semana pasaría la noche con un amigo para hacer una tarea, cuando en realidad volvería a su cubículo y esta vez me quedaría ahí con él… Accedí y me retiré, llevándome una pequeña nalgada de su parte mientras me iba, mi primera nalgada. Aquí es donde mi historia dio un giro inesperado, porque en lugar de comenzar a vivir mi sexualidad experimentando con jóvenes de mi edad como había planeado, como es normal, mis actos me habían puesto directamente en las manos de un hombre maduro al que ni siquiera conocía, sin tener experiencia alguna ni estar seguro de mis decisiones y gustos. Por supuesto estaba confundido y pensé no ir, como se imaginarán, pero al final decidí darle a los acontecimientos una oportunidad y vivir el momento. Si no funcionaba, pensé, me las arreglaría para escapar aunque tuviera que pedir ayuda y confesar mis errores a todos. Hice lo que me pidió al pie de la letra y ...