1. Mi hermana Julia - 4 -


    Fecha: 26/01/2018, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... ponía sobre él, que se tumbaba en la cama, colocaba con mi mano su polla en la entrada de mi coño y me dejaba caer de golpe sobre ella; su verga se me clavaba hasta el fondo y era cómo más la sentía. ¡Cuánto lo disfrutaba! Yo nunca estaba harta, Luis. Quería más y más cada vez. Correrme dos veces o tres; cuántas más veces me corría más me gustaba follar. Alguna vez lo hicimos en su coche, cuando no teníamos casi tiempo, pero procuraba llevarme siempre a su casa, diciendo que allí estábamos más cómodos. Y era verdad. Allí no teníamos miedo de que nadie nos viera y allí había, además, una hermosa cama para hacerlo. Disfrutaba como una perra con su polla y con la forma en que la manejaba. Casi siempre jodíamos con condón, pero había veces que no tenía; entonces me decía que me la sacaría antes de correrse, pero al llegar el momento yo estaba tan a gusto, tan cachonda y, a veces a punto de correrme yo también, que no le dejaba que me la sacase y él se corría dentro de mí chocho. ¡Que inconsciente era, Luis! Con él empecé a dar alguna caladita a los porros, que él solía consumir. Nunca me lo ofreció ni me obligó a fumarlo: era yo la que se lo pedía. Con tres o cuatro caladas que diera era suficiente. Eso me ponía a tono y, una vez bien colocada, ya no era capaz de negarle nada. Cumplía todos sus deseos. Las dos únicas cosas que no le dejé hacer fue que se corriera dentro de mi boca y que me la metiera por el culo. Una tarde, después de haberme echado un buen polvo, me pidió que ...
    ... se la mamara, para recuperarse y poder volver a metérmela. Puedes imaginarte: no me negué. Ni me gustó ni dejó de gustarme chupársela; para mí eso no tenía ninguna importancia: yo solo quería follar y follar; lo que yo deseaba de verdad es que me jodiera. En cuanto la tuvo tiesa me la volvió a meter. La verdad es que el tío follaba muy bien. A mí me gustaba mucho hacerlo con él. Cuando ya no era capaz de seguir follándome, me abría de piernas y él me chupaba el coño hasta que yo me corría por última vez. Siempre me dejaba satisfecha. Por supuesto que seguí con Paco y con un amigo suyo durante un tiempo; de manera que a los 14 años ya lo hacía con tres diferentes; no a la vez, pero sí con tres. Sin embargo, para mí, el único interesante era el profe de gimnasia, así que en las vacaciones de Navidad corté con Paco y su amigo y me dediqué en exclusiva a gozar sin descanso con la polla del profe. Con el profe también empecé a beber, pero muy poquito; un chupito o dos en toda la tarde. Luego, cuando me iba a casa, mascaba un chicle de menta muy fuerte ¿lo recuerdas? Y se me quitaba el olor del aliento por lo que hubiera bebido. Un día, cuando llegué a su casa, no estaba solo; había dos amigos con él. Me hice un poco la chula, aparentando que era más mayor, y esa tarde acabé follando con los tres, y bebiendo más de la cuenta. Era insaciable para todo: primero para follar y, luego, para la bebida también. No me pude recuperar a tiempo; cuando llegó la hora de volver a casa todavía se ...
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