Mi hijastra caliente - Relatos Eróticos

Mi hijastra caliente

Todo empezó cuando a medianoche me levanté para ir a orinar. El baño estaba enfrente de la habitación de mi hijastra. Antes de entrar al baño escucho unos gemidos. Lo primero que pienso es que ha metido un muchacho a su cama. Iba a entrar a su cuarto, porque me parece una falta de respeto que hago eso a escondidas en mi casa. Pero luego pensé que sería mejor decirle a su madre y que sea ella quien la tenga que corregir. Al rato ya no oí más gemidos y oigo que viene, me escondo y la veo pasar al baño. Por pura curiosidad me asomo a su cuarto y no veo a nadie. Pienso que quizás el chico ha salido por la ventana. Entro y revizo la recamara y no veo nada, revizo la ventana y parece que está cerrada. Ya me iba cuando veo un pepino en la cama. Y dedusco que la muy pita está autofollandose con el pepino. Lo tomo y lo huelo, y efectivamente olía a coño. No se porque pero lo lamí, y enseguida el sabor y el olor me hizo tener una gran erección. Salí y me fui a mi cama.
Pensé mucho lo que había oído, probado  y decidí que ella estaba necesitada de verga, y yo podía dársela. 
A la noche siguiente. Estuve vigilando la hora. Me levantaba de  cama llegaba a su puerta, y si no oía nada me regresaba. Así estuve hasta las 3 am. Fui a su puerta y escuché unos pequeños gemidos. Entre rápidamente. Ella estaba totalmente desnuda. Apenas me vió trató de cubrirse con las sábanas. Pero el pepino estaba en el suelo. Me acerque a ella y le dije que no tuviera pena, que no se cubriera. Empezé ...

... suavemente a quitarle las sábanas, sus tetas fueron las primeras  en asomarse. Sus pezones chicos y juveniles empezaron a calentarme. Su cinturita era preciosa, y su amplia caderas me estaban enloqueciendo, cuando se asoma su coño. Es lo mas hermoso que tiene, casi no tiene vellos y era muy pequeño. O por lo menos así se aprecia. Pase mi mano por su coño y lo tenía un poquito húmedo. Con mi mano separé sus piernas, y pasé mi lengua por toda su raja, de arriba hacia abajo. Hundiendola y sacándola. Luego lamiemdo su clitoris. Ella empezó a gemir y eso me exitó aún más. Empezé a pajearle el coño y luego pare, saque mi verga y se la froté en el coño hasta que del mismo gusto me vine en la entrada del coño. Me la limpié, y se la volví a frotar un poco y luego se la fui hundiendo, hasta meterse la toda. Y comenzé a culiarla. Hasta sentir que ella se vino y al poco rato yo también. Tenía el coño apretadisimo. Mi esposa ha tenía el coño más holgado y ya no me apretaba la verga. Sentía que cuando se la metía a mi hijastra me succionaba la verga y sentía las ganas de venirme muy rápido, se la sacaba del coño para que ella no me sacara la leche tan rápido. Ese día culiamos hasta el amanecer. Antes de que mi esposa despertara. Le dije que si quería que me la follara siempre, que yo iría a su cama. Con pena aceptó y así fue el inicio de 4 años de ricos e intensos culeos. Ella cuando quería culiar me avisaba y yo iba a su cama o yo iba a buscarla de madrugada.
Con el tiempo creció y tuvo su ...