En el baño con una Cosplayer Otaku - Relatos Eróticos

En el baño con una Cosplayer Otaku

... condón.
- Nooo.... así, la pastilla.... ¡ya cógeme! Dijo con los ojos casi en blanco hecha en aguas mientras sus piernas temblaban.
Me incorporé y como pan en mantequilla metí el glande de mi pene, empecé a meterlo sacarlo, mientras Carla seguía majándonos.
Puso sus piernas a mi alrededor y me empujo, le dejé ir completo mi trozo de carne, mientras empezó a gemir con cada embestida. Nunca había estado con alguien a quien le entrara todo sin problema, debo decir que se siente mucho más rico cuando no debes preocuparte por lastimar a tu pareja.
- Así, así...huuummmmm....aahahhhhh.... ahhhhhhhh.
- ¿Te gusta, así era como querías que te partiera?
- Si.... aaaaaah. Carla empezó a mover sus caderas en círculos mientras. Aaaaaaah..... aaaaaah!!!!!
Se había vuelto a venir, sus piernas se tensaron y clavo sus uñas en mi espalda. No podía ver su cara pues me había abrazado, pero podía sentir cada espasmo que tenía.
Aun faltaba yo por venirme, así que me separé de ella, su rostro extasiado mientras trataba de cerrar sus piernas como algo avergonzada de quedar débil ante sus orgasmos. 
Le di un beso suave, la bajé de la barra, la puse de espaldas a mi, la incliné y levanté el vestido, ella veía directamente al espejo del lava manos. Sus piernas apenas si podían ...

... sostenerse en los tacones. Acomodé mi pene en su entrada y empecé a metérsela, esta vez más fuerte. El deleite visual y sonoro era increíble; Ver su carita entre cansancio y placer, la boca abierta casi babeando y los ojos hacia arriba. sus pechos moviéndose de un lado al otro. Frente a mi su trasero blanco siendo embestido moviéndose como un suave pan. El sonido de sus gemidos combinado al golpe de nuestros cuerpos al unísono. 
- Me estas cogiendo...hummm.... bien rico, .....hummmm..... hummmmmm  aaaah, aaaaaaah...... parteme, parteme en dos.
- Me voy .... a correr....hummm.
Estalle como casi nunca lo había hecho, llenándola de semen con cada espasmo, debilitándome con cada contracción, hasta que quedé casi acostado en ella, igual de cansado, sudando y jadeando como perro diabético.
Después de eso aprovechamos que seguíamos en el baño para tomar una ducha, descubrí que su cabello era largo y castaño oscuro. Me hubiera gustado jalarlo mientras la tenía empinada le comenté entre bromas.
Salimos del baño, yo solo en pantalón y ella usando mis bóxer y mi playera pues su vestido de cosplay había quedado bastante manchado.
Afuera la fiesta había comenzado pues todos ya habían saciado sus ganas.
Y bueno, la historia con Marianita aun queda pendiente para otra ocasión.