1. ASI PASO CON MI HIJO


    Fecha: 01/02/2018, Categorías: Incesto Autor: Axeldnm, Fuente: SexoSinTabues

    Fui madre a muy temprana edad, en circunstancias especiales que ya les contaré en otro relato. Me considero una mujer atractiva, no soy ninguna modelo, pero me va muy bien con los hombres. El relato que les paso a contar, comenzó el año pasado en el mes de noviembre. Mi hijo comenzó con dolores muy agudos en la zona del abdomen, y lo llevé al médico de urgencia. En el hospital nos informaron que tenía apendicitis y tenía que ser operado inmediatamente para evitar complicaciones. Ese día le hicieron el pre quirúrgico y fue operado la mañana siguiente. Pasamos 3 días en el hospital, hasta que le dieron el alta. Los primeros días estuvo muy molesto, con dolores, pero mientras los días pasaban mejoraba rápidamente. Al segundo día lo llevé al baño, lo senté en una silla de plástico, y con una esponja lo higienicé, tal cual, me había dicho el médico que atendió a Maximiliano, lo importante era no mojar la herida, hasta que le retiren los puntos. En un momento observo que mi hijo tenía las manos en la entre pierna, tapándose su miembro, trató de esconderlo pero pude notar su pene completamente erecto. No dije nada, y le di una toalla para que se seque y se cubra. Cuando terminó lo ayudé a levantarse y lo llevé a su cuarto, aún seguía con la erección, pude notarlo debajo de la toalla. Lo recosté, lo tapé y me fui a mi cuarto. La situación realmente me perturbó, no supe que pensar, al final llegué a la conclusión de que era un adolescente en una edad complicada y refregando su cuerpo ...
    ... con la esponja, le sucedió involuntariamente. Encima yo estaba usando un short blanco ajustado y una musculosa verde, algo suelta. Quizás fue mi culpa, y se lo provoqué sin darme cuenta. Suelo vestirme provocativamente, si bien soy madre me considero joven y atractiva y me gusta llamar la atención de los hombres. Pero lo que sucedió me hizo reemplantear que debo ser más discreta en la casa por lo menos. Al día siguiente fui con ropa de gimnasia vieja, que me quedaba grande, todo lo contario al día anterior pero sucedió lo mismo en el baño, su pene completamente erecto, tapado con sus manos. Traté de asearlo rápidamente para terminar con el momento incomodo, para Maximiliano era difícil también la situación, podía verle las orejas muy coloradas de vergüenza y se quedaba callado. Por un lado me tranquilizó saber que no lo hacía a propósito. La situación se fue repitiendo día tras día, fueron casi dos semanas, que tuve que bañarlo por mi cuenta. Esta situación nos separó, siempre habíamos tenido una excelente relación con mi hijo, siempre me contaba todo, siempre traté de estar para él, sobre todo por haberlo criado yo sola, traté de cumplir el rol de padre y madre al mismo tiempo, la verdad es que éramos muy unidos hasta que sucedió la situación en el baño. Fue algo mutuo, se producían unos silencios incómodos, a Maximiliano le costaba mirarme a la cara, y a mí cuando estaba con él se me venía a la cabeza la imagen de su pene erecto. Las semanas fueron pasando, y decidí darnos ...
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