Experiencia inolvidable - Relatos Eróticos

Experiencia inolvidable

... probar.

guardé silencio y él no dijo nada más dejando que la película avanzara y causara en mí el efecto deseado. era imposible evitar que se me parara la verga. a los 15 años yo solo necesitaba ver unas bragas en el tendedero para que se me pusiera dura casi al instante y cuando el notó que mi pantalón estaba a punto de reventar, estiró su mano y comenzó a acariciarme la verga. al principio lo hizo por encima de la ropa. luego metió su mano por dentro de mi pantalón para pajearme hasta que logró liberarme aquel pedazo de carne que no dejaba de latir. me eché hacia atrás recostandome sobre mis codos para darle mayor acceso a mi verga, pero sin apartar la vista de la película. hasta que sentí el calor de su boca en mi tronco. no era la primera vez que alguien me la chupaba. a mi edad me jactaba de haber tenido sexo tantas veces que no podía contarlas, pero nadie me lo había chupado así. me lamía desde mis bolas hasta la punta y luego lo desaparecía dentro de su boca. los ojos casi se me iban en blanco cada vez que me chupaba la cabecita mientras sus manos inquietas me recorrían.

no sé cómo ni en qué momento me dió la vuelta, pero cuando lo noté ya estaba bocabajo sobre la cama y él me acariciaba y me mordía las nalgas. yo no quería, pero tampoco tenía la fuerza para impedirlo. aquello me estaba gustando más de lo podía admitir y quería sentir más. entonces fue cuando delicadamente separó mis nalgas y comenzó a comerse mi culo. qué sensación! sentía su lengua ...

... introduciéndose dentro de mí e involuntariamente yo me movía haciendo presión hacia su boca restregando mi culo en su cara. luego, con un dedo, comenzó a jugar con mi aro. lo acariciaba y le hacía presión provocandome mayor excitación. metió un dedo, luego otro. me dolía, pero eran un dolor diferente. era un dolor que me cusaba mucho placer, un placer que no había experimentado antes. así que lo dejé continuar. de repente ya no sentí su boca, aunque sus manos seguían allí urgandome y fue cuando sentí su verga entre mis nalgas subiendo y bajando como pajeandose. yo me había rendido al placer y no deseaba que aquello terminara, por lo que agarré su verga, la acomodé en mi entrada libricada con su saliva y me la introduje hasta la mitad. cuánto dolor y placer! supongo que por su experiencia decidió que dejarla ahí un momento, permitiendo que mi culo se adaptara porque no se movió por un rato. yo lo sentía latiendo dentro de mí y pensaba que ma partiría en dos si entraba un poco más, pero antes que lo notara ya me la había metido toda. y comenzó el bombeo. al principio lo hacía despacio, con calma. luego más rápido y con fuerza hasta que sus caderas comenzaron a chocar con mis nalgas con cada embestida sacándolo casi por completo para volverlo a meter hasta el fondo mientras sus bolas chocaban con las mías. y en ese vaivén me vine como nunca antes justo en el momento en que sentí sus chorros de leche caliente dentro de mi culo.

me quedé como muerto sobre la cama. cuando el decidió sacarme ...