Viaje con la mamá de mi novia - Relatos Eróticos

Viaje con la mamá de mi novia

Nunca pensé que pudiera cogerme a la mamá de mi novia. Debo decir que si me masturbaba fantaseando que la hacía mía, pero por azares del destino pude estar con ella. Me pondré como nombre Alex, les cuento que soy un hombre de 25 años y mi novia a quien llamaré Jess tiene 23. Con ella empecé a coger desde que teníamos 22 y 20 años respectivamente. Cuando me presentó a sus padres me pude dar cuenta de que su mamá tenía un cuerpazo a sus 40 y tantos años, que mantenía haciendo ejercicio, obvio que en el gym tuvo amantes, ya que supe después de que su esposo no la satisfacía del todo. También quiero comentarles que desee hace meses mi novia y yo fantaseábamos con cosas como sexo con otras personas y voyeurismo. Yo sin dudarlo fantaseaba con hacer un trio con madre e hija, por supuesto eso no se lo decia a Jess no sabía como iba a reaccionar. El día que sucedió lo que yo anhelaba llegó. Resulta que mi suegra recibó una noticia respecto a su prima estuvo hospitalizada de emergencia. Según nos contó ellas se criaron como hermanas y le dolió mucho enterarse. Hizo un viaje al que tuve que acompañarla después de una acalorada discusión con su esposo, ya que ella quería irse sola. Yo al principio no acepté de buena gana cuando me pidieron la  acompañara, ya que teníamos planes su hija y yo. A primera hora de un viernes salimos rumbo a la ciudad donde radica su familia , donde además yo también tenía familiares con los cuales yo podía quedarme a dormir. Mientras manejaba platicábamos de ...

... cosas triviales. Cuando nos detuvimos a almorzar a la orilla de la carretera, pude admirar su hermoso par de nalgas. Ella lo notó y al parecer contoneaba más su trasero. La conversación se hizo más intensa al hablar de sexo. Me confesó algunas cosas muy personales, mismas que me indicaron que la señora quería coger. Cuando reanudamos camino le conté algunas experiencias mías y la luz verde para atrevernos a lo prohibido fue cuando preguntó acerca de como era su hija en la cama. Sonreí nervioso y ella se estacionó de nuevo a un costado de la carretera. Y nos besamos, le toqué sus suculentos senos sobre la blusa, y ella los liberó, dejándome ver aquellos hermosos melones. Que sin duda eran más grandes que los de su hija. Los chupé y les dí suaves mordidas, mismas que encendieron a mi suegra. Y como desesperada me empezó a chupar la verga, demostrando que era toda una experta en mamar verga en comparación con su hija. Yo estaba algo nervioso, ya que alguien podía vernos al pasar de los coches. Nos pasamos a la parte de atrás de la camioneta y le clavé mi verga, ella manifestó su gozo con un gemido muy excitante. Apenas pude aguantar la eyaculación , me vine dentro de ella. Fue un rapidín muy intenso. Teníamos calculado llegar a nuestro destino a cierta hora y nos dimos prisa. Aunque en el trayecto no hablamos casi , no experimentábamos ningún sentimiento de culpa. Llegamos a un hotel no tan lujoso y nos registramos. Se aseó y la acompañé al hospital a ver a su prima. Sugirió que ...