COGIDAS DE BARRIO PARTE 1 - Relatos Eróticos

COGIDAS DE BARRIO PARTE 1

MI tía una guapa mujer de 51 años en su matrimonio no tuvieron hijos, hace unos años por motivos de ascenso en mi trabajo me cambiaron de ciudad, llegué a casa de mis tíos mientras encontraba un departamento para vivir, mi estadía solo sería por dos o tres meses, pero se alargó casi a un año, más por que fui testigo de la pésima relación entre mis tíos y pasé a ser el confidente de las penas de ella, cosa que en la familia se pensaba que eran una pareja feliz, entre mi tía y yo empezó a nacer cierta complicidad, muy en el fondo yo sentía había algo más, no era la misma sensación que tenía con las otras tías que sí tenía esa barrera de TÍA.Ella no es ni gorda ni flaca, tiene pechos medianos tirando más a grandes pero sí tiene buenas caderas carnosas nalgas y buenas piernas, muchas veces que la abrazaba para consolarla por las cosas que me contaba de su relación sentía su cuerpo suave muy femenino y cuando ella caminaba la sensación que dejaba era de un cuerpo insatisfecho, no sé si me dejo entender.Cuando llegó la hora de trasladarme a mi departamento ella me pidió que me quedara que no tenían problema alguno en su casa, pero tuve que hacerlo, como seis meses después mi tío sufrió una embolia cerebral y falleció, mi tía se culpaba ya que el incidente ocurrió en una de sus discusiones. Yo la visitaba varias veces a la semana y la llamaba diario para saber cómo estaba y un sábado que pase a verla después de una semana de no verla, la encontré muy desmejorada se notaba su baja ...

... de peso, más lo que la afectó era el sentimiento de culpa por la muerte de mi tío.Ese día prácticamente la obligué a que se duchara y cambiara para sacarla a pasear y que se distraiga, fuimos a un centro comercial recién inaugurado y la tenía agarrada de la mano mientras caminábamos viendo tiendas, esas salidas empezaron a ser frecuentes después del trabajo me pasaba a su casa y nos íbamos ya sea a comer algo o al cine, o simplemente pasear y el ir de la mano y abrazada se fue haciendo normal.Ella me pidió que si podía regresar a su casa que todo el día está sola y que siente ese vacío que la hunde emocionalmente, yo tenía contrato por un año del departamento y si rescindía el contrato la penalidad era que no me devolvían la garantía que era el costo de un alquiler, y como me iba a ahorrar alquiler en casa de ella, preferí perder ese mes de garantía y a la semana siguiente me trasladé a su casa con ella.Así empezamos a tener una rutina de salir a distraerse pero ya en su coche, ella no conducía, luego los sábados me quedaba en casa veíamos una película. En algunas oportunidades al entrar en su dormitorio al ver la luz encendida la encontraba dormida sobre su cama de costado como en posición fetal y con su camisón rosado que dejaba ver sus muslos, quede turbado con lo buena que se veía en ropa uno ni se imaginaba lo bien que se conservaba, en los siguientes días esa imagen la tenía presente todo la mañana y a veces imaginaba haciéndola mía foliándola duro haciendo sentir la ...