Qué viaje... - Relatos Eróticos

Qué viaje...

... nenas, una de 6 y otra de 5, tendría entonces unos 10 - 11 años cuando le metieron la verga, ¿Quien habrá sido? Metí las maletas a la cajuela y rápidamente la Camila fue directamente a la puerta trasera y la abrió para subirse, solo que su mamá se lo impidió quedando como perrita con su culito parado con la falda corta que llevaba se le podía ver su tanguita color amarillo, y le dijo: Tabata: Mi amor, tú ve delante, tengo sueño y me quiero dormir. A mí me paralizo la verga al escuchar eso, estar manejando en una carretera poco transitada, con niebla amaneciendo con una nena en mi asiento y su madre dormida atrás, que morbo. Se bajó la nena y me voltio a ver y sonrío, no podía creer mi suerte, Tabata se subió a tras cerró la puerta, fui y le abrí la puerta a Camila ya con la verga de fuera ya que por todo lo que me estaba pasando se me salió del pantalón, abriendo el cierre mal cerrado debido a las prisas. Le dije que le abría y mi verga se topó con sus cabellos, la nena volteo hacia arriba y me dio las gracias, perdí toda vergüenza en ese acto, la nena se subió y gire para pasar por la parte de atrás del auto y en eso veo la mirada de Tabata que tenía la boca semi abierta y una mirada de lujuria que no podía con ella, estaba respirando rápidamente, sus pechos se movían mutuamente, ¡Como si tuvieran vida propia! Subí al auto sin guardarme la verga, en cuanto subí la mamá he hija no apartaban la mirada de mi verga. La nena estaba embobada mirandola, no me tocaba solo estaba ...

... sentado, tome un cigarro y les dije que si no les importaba, su madre me dijo que quería uno y se lo di. Tabata se acercó, procedí a encender su cigarro, dijo algo muy despacio casi mormurando muy cerca de mi oído: "¡Qué rica vista!”. Se volvió a sentar y separo sus piernas, fumando e inclinando la cabeza hacia atrás. Su hija, esta pendeja estaba así, pendeja por qué no dejaba de ver mi verga, no parpadeaba para nada, le daba unos brincos a mi verga para que se moviera y un poco de líquido salió de la cabeza de mi verga, yo solo tome la franela y me la limpie y la puse aún lado, nos pudimos en marcha. Avance lento, muy lento, no quería llegar a destino, esto era terriblemente morboso, le pregunte a Tabata a que se dedicaba, solo me respondió que hacía el quehacer de sus patrones, y que la nena la ayudaba; con la mirada al frente pero con un ojo hacia Camila vi que seguía apendejada en mi verga, Tabata dijo que estaba cansada de la noche tan larga que había tenido y que quería dormir, le dije que estaba bien se recostó dándome la espalda sacando su culito , ahí fue donde note que se había subido la falda un poco, ya que podía ver el nacimiento de su tracerito y ver perfectamente cómo ese coñito se comía una linda tanguita de color amarillo como la de su nena. Pasados unos 15 minutos yo estaba masturbandome lento junto a la nena que no perdía detalle, le dije a la nena: Asasa: Eres preciosa nena. Camila: Gracias, la tiene muy grande, ¿Cuánto mide? Asasa: 21 cm y 4 cm de gruesor ...