1. El villerito 7: Galatea (final)


    Fecha: 06/02/2018, Categorías: Gays Autor: juanitocaminador, Fuente: SexoSinTabues

    A los cinco minutos abrí la puerta y me apoyé en el marco. Gonzalo estaba ya desnudo, con la bata blanca desatada, su pija inmensa y bella colgaba deliciosa entre sus piernas. Sus ojos se abrieron gigantes y quedó mudo clavándome la mirada. Caminé hacia él despacio, la seda besándome la piel. -Ya llegué amor, soy tu Galatea, soy tuya Pigmalión, tu amor y tu deseo dieron vida a la piedra, te amo! Nos abrazamos, apoyó su cabeza en mi hombro, yo comencé a lagrimear en el de él. -Te amo, Gonzalo, te amo. Levantó la cabeza, me miró serio, tomó mi cabeza con sus dos manos y me besó como si fuera la primera vez, me dejó los labios doliendo. -Te amo Claudio- Me volvió a besar, de sus ojos, oscuros y bellos, bajaban dos lágrimas. Me apretó tanto contra su pecho que me hizo crujir los huesos. Se alejó un poco para volver a mirarme. -Estás hermosa Galatea!, a ver, regalame una vueltita. - Me alejé un par de metros de él, alcé mis brazos un poco y giré despacio. El tronco de mi pija apretado por el elástico de la tanga quedó a la vista, mi culito apenas cubierto por el triangulito, quedó a la vista, el hilo de la tanga se perdía entre mis nalgas, me molestaba un poco, ya me acostumbraría. Cuando terminé la vueltita la pija de Gonzalo estaba dura. -Vení amor-, me dijo. Abrió las sábanas, me tomó de la mano y me llevó a la cama, me acostó con dulzura, se acostó a mi lado y cerró las ropas de cama sobre nosotros. De costado comenzamos a besarnos, nuestros cuerpos fundidos uno con el ...
    ... otro, nuestras bocas devorándose mutuamente, pero sin furor. Sus manos bajaron a mis nalgas, el sólo roce de sus dedos me hizo gemir. Me volcó dejándome boca arriba y se arrodilló por sobre mis piernas. Volvimos a besarnos, su boca bajó por mi cuello, mordió las tiritas del baby doll, sus manos fregaron mis pechitos, mis pezones, casi inexplorados, asomaron por arriba del baby doll y me los comenzó a morder despacito y a chuparlos, su mano izquierda apretaba mi pecho derecho, su boca besaba y mordía mi pezón izquierdo, sensaciones eléctricas comenzaron a salir de mis pechitos, Elías ni los había tocado, Gonzalo nunca había pasado de apoyar sus palmas mientras me cogía, con asombro las descubría y me encantaban, mis lolitas ínfimas de macho sentían y me hacían gozar. Gonzalo siguió bajando y sus labios recorriendo mi baby doll. Llegó a mi pubis pero, qué hacía?, me estaba lamiendo la pija!, su lengua pasaba de abajo a arriba desde la base de mis bolas, por toda la tanga, por el tronco asomado de mi pija hasta llegar a mi glande, que recorría una y otra vez. Cada tanto volvía a mi boca y yo sentía en sus labios el sabor a mi pija y a mi preseminal. Me bajó un poquito la tanga hasta dejar mi verga dura completamente libre y me la empezó a chupar. Nunca, en todos los meses, en todas las tardes, en todas las mañanas y las noches en que me había cogido una vez tras otra, insaciablemente, había pasado de apenas franelearme la pija, y hoy que yo me entregaba a él ya no como un simple ...
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