1. Haciendo un favor a Karina


    Fecha: 07/02/2018, Categorías: Incesto Autor: nagash74, Fuente: CuentoRelatos

    ... hervidero de ideas: ¿me estaba poniendo una trampa en acuerdo con mi esposa? ¿Quería que le ayude a buscar un macho o estaba pensando en que yo le haga "el favor"? Lo único que se me ocurrió fue decir:
    
    ¡Qué confesión! Jamás me hubiera imaginado lo que estás viviendo.
    
    -Paco, te he pedido esta conversación porque eres la única persona en quien tengo confianza total. Necesito discreción y alguien que sepa que me va a tratar bien. Quiero tener sexo contigo. Por favor, sólo dime si estarías de acuerdo o no para quedarme o irme ahora mismo.
    
    -Esto es muy raro, Karina. Siempre te he visto como una mujer seria. ¿Cómo sé que lo que me estás pidiendo no es una prueba que tú y mi esposa me están poniendo para saber si soy fiel a ella o no?
    
    -Tu esposa no sabe nada de esto, te lo juro. No me hagas pasar más vergüenza y dime si estás de acuerdo en ayudarme.
    
    No podía creer que esto me estuviera pasando a mí. Claro que quería cogérmela; además era ella la que me lo estaba pidiendo. Pero debía aparecer como lo que ella pedía: que le estaba haciendo un favor. Por eso, demoré la respuesta y traté de no parecer ansioso. Respiré profundo y hablé pausadamente:
    
    -Karina, eres una mujer hermosa. Siempre me gustaste aunque no podía exteriorizarlo por ser la mejor amiga de mi esposa. Acepto lo que me pides pero debo poner tres condiciones.
    
    -Adelante, lo que tú digas.
    
    -La primera es que tienes que estar dispuesta a hacer todo lo que yo te pida. Por mi parte te aseguro que no te ...
    ... haré daño físico. La segunda, es sólo sexo: no quiero enamoramientos ni rollos. La tercera, es obvia: esto queda entre nosotros y garantizando el máximo de discreción para que nadie se entere.
    
    -Estoy totalmente de acuerdo. Tú dime la forma, el día y la hora y se hará como tú digas.
    
    Estábamos en un café grande y relativamente vacío (era un día miércoles).
    
    -Antes, quiero estar totalmente convencido que esto no se trata de una trampa. Quiero que vayas al baño de mujeres, te asegures que no hay nadie y me esperes fuera. Yo voy a ir en un minuto hacia el baño de hombres; cuando esté llegando me haces una seña para entrar contigo al baño de mujeres.
    
    -¿Ahora mismo?
    
    -Ahora mismo.
    
    Me miró a los ojos y se dio cuenta que no estaba jugando. Entonces se levantó y se dirigió al baño. Al poco rato lo hice yo; me estaba esperando según lo acordado, me hizo una seña y entramos al baño de mujeres. Cerré la puerta y ahí mismo empecé a besarla y a tocarle las tetas y el culo. ¡Waw! Era una hembra caliente que se encendía enseguida. Me bajé el pantalón y le dije:
    
    -Chúpamela como mejor lo sabes hacer.
    
    Inmediatamente se agachó y mirándome a los ojos comenzó a darme una mamada deliciosa. Lo hacía como desesperada; se veía que efectivamente estaba hambreada de sexo. Le dije que se detuviera, que se bajara el pantalón y que se sentara en el borde del lavamano. Le abrí las piernas y comencé yo también a comerme su rica cuevita. Fui directo a su clítoris y pegó un grito que refrenó ...
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