1. Nos conocimos en el gimnasio


    Fecha: 09/02/2018, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... puerta, «porque estoy sola en un país que no es el mío», le dije mirando los ojos de Facundo, «sos muy bonita y seguro que muchos querrían ser tú pareja», me dijo bajando su cabeza con intencion de besarme. Yo no hice nada por evitar su beso. «Y tú serías una de esas personas?», le dije abrazando a Facundo. Él no me respondió, simplemente nos abrazamos y nos volvimos a besar. Facundo me empezó a bajar el pantalón sin dejar de besarnos, entramos en el vestuario, yo lo abrazaba, él me bajaba el pantalón, sus manos me acariciaban las nalgas, las metía entre mis piernas acariciando mi vagina, «seguro que estamos solos?», le dije dejando que me abra la camisa, sacando mis pechos del sostén, «sí, estamos solos», me dijo chupando uno de mis pezones. Sacó su picha, dura, nervuda, palpitaba en mi mano, me hace dar la vuelta, que me agache y casi grito cuando siento como me la metía en la concha hasta que nuestros cuerpos quedaron pegados y su picha bien dentro mío. Yo gemia, me movia sintiendo como Facundo movía su picha dentro de mi concha, como apretaba mis tetas con sus manos. Facundo se arrodilla detrás mío y abre mis nalgas, siento su lengua en mi ano, lo besaba, «Facu, soy virgen de la cola», dije sabiendo por sus besos y como lambia mi chiquito, por donde me la iba a meter. Estaba nerviosa, era la primera vez que iba a cachar por el chiquito. Hace que me incline más hacia adelante, me dice que abra mis nalgas, acomoda su picha y doy un grito cuando Facundo empuja y ...
    ... siento como me va abriendo el chiquito con su picha. «Haaaaaaa, haaaaaaaaaa», gemia y gritaba mientras Facundo suavemente iba metiendo toda su picha en mi cola. Él daba fuertes gemidos, como si estuviera bufando, me apretaba fuerte las tetas, suavemente empezó a cachar mi chiquito, sacaba y metía su picha, haciendo que de fuertes gemidos de placer. Suavemente, sin sacar su picha de mi cola, fuimos retrocediendo hasta un banco y ahí se sentó Facundo, conmigo sobre él, sus manos me estrujaban las tetas, me metía los dedos en la concha. Nos besabamos con fuerza, con pasión, Facu me seguía cachando el chiquito, «soy tuya, soy toda tuya Facu», le dije besando su boca y moviendo mi cola con toda su picha bien adentro. Me dolía el chiquito, pero estaba disfrutando tanto que no me importaba. Los dedos de Facu entraban y salían de mi concha, «me vengo mi amor, me vengo», le grite, en medio de un tremendo orgasmo, el mejor que recuerdo en mucho tiempo. Facundo con toda suavidad me hizo poner en pie, sacando su picha de mi chiquito, la limpió y me la volvió a meter en la vagina, cachandome ahora por ahí, hasta que de tanto mete y saca, se vino dentro mío, llenando mi concha de leche. Yo estaba rendida en sus brazos, agotada, pero satisfecha y feliz. El chiquito me punsaba, palpitaba, sentía un pequeño dolor, pero no le daba importancia, estaba feliz, realmente feliz y no me arrepentí de haberle metido los cachos a mi novio. Mientras Facundo quiera, se los voy a seguir metiendo. 
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