1. La tía Mari 5


    Fecha: 10/02/2018, Categorías: Incesto Autor: iccs, Fuente: SexoSinTabues

    Mari es una mujer de 61 años, gorda, tetas caídas, nalgas llena de celulitis, vista así no tiene ningún atractivo, pero esa intensidad, esa entrega total al sexo, a disfrutar y hacer disfrutar que tiene es atrapante. En todos lados, de parada, tirada en el suelo, por todos lados, por su boca, por su peludisima concha, por su abierto ano, siempre dispuesta a tenerla adentro. Le gusta hacer cosas nuevas, la acuesto en la bañera y la orino toda, la cara, las tetas. Yo me acuesto en la bañera, y ella con mucho cuidado se sube sobre los bordes y me orina a mi. Siempre riendo. Realmente jamás conocí una mujer así de dispuesta para el sexo. La veo caminar desnuda por la casa y me encanta manosearla, apretar sus tetas, sus nalgas, meterle los dedos en el culo. Como cuando está lavando los platos y yo me arrodillo frente a sus nalgas, se las abro y me encanta escuchar como gime cuando le empiezo a lamer su oscuro, peludo y abierto ojete. «Hay este sobrino mío, como hace disfrutar a su tía», muchas veces me dice y me lleva de la mano hasta la cama, se tira boca arriba, abriendo sus piernas, mostrándome su concha y me pide que la coja. Ver sus enormes tetas yendo y viniendo cuando cogemos. Muchas veces estoy acostado y ella entre mis piernas chupando mi pija y contándome como es su marido con ella, lo apático, lo mal que se la coge, cuando la coge. Lo feliz que se siente conmigo, que nunca quiso un amante, pero que no se arrepiente de que yo sea su amante, aunque sea su sobrino y que ...
    ... sea 30 años menor que ella, que quiere disfrutar estos dos meses que va a estar en casa cogiendo a tope, ya que no sabemos cuando nos volveremos a ver. Que en Perú tener un amante tan joven, le saldría un dineral. Yo la escucho y la miro como habla conmigo,. disfrutando lamiendo mi pija, metiéndola en su boca y dando fuertes chupadas. Como disfruta tragando mi leche, limpiando mi pija con su lengua. Como se pone en cuatro patas, abriendo sus enormes nalgas e invitándome a que le coja el culo, «mete toda tú cosa en mi cola, cacha mi chiquito», como dice ella. Cuando dormimos, acurrucada contra mi, poniendo sus pies entre mis piernas, haciendo que la abrace y le agarre sus tetas. Escuchar gritar a Mari de placer, cuando le chupo su concha es algo alucinante, como revuelve su cuerpo de placer, como gime, con que ternura me acaricia la cabeza abriendo y levantando sus piernas. Ver sus pies regordetes, asperos, de dedos cortitos. Es tan fea, pero tiene un atractivo que la hace ser muy sensual, deseable, muy cogible. Hemos cogido en todas las posiciones imaginables, las cosas mas locas que se nos pudo ocurrir. Intenté meter mi mano en su culo, pero no aguantó el dolor. Si pudimos, después de mucho rato de intentarlo, meter mi mano en su concha. Parece que estamos viviendo una luna de miel de lunes a viernes, ya que sábados y domingos viene mi mujer y son los dos únicos días que no cogemos. Pero a partir del lunes empezamos con la vorágine de sexo total. Se que cuando Mari se vaya a ...
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