Sumiso de mi suegra y mi esposa (1)
Fecha: 17/06/2017,
Categorías:
Grandes Series,
Autor: morbocuentos, Fuente: CuentoRelatos
... media vuelta, y volví a la cocina, y me pare de nuevo en la entrada y con la mirada baja le di la bolsa a Cristina. Cristina tomo la bolsa y me ordeno que me fuera a lavar los platos, yo aun con la mirada baja entre a la cocina y lo comencé a hacer, y ellas se fueron a la sala a ver la ropita que me había comprado Cristina. Una vez más estaba como al principio, en una posición muy incómoda y no sabía de qué estaban hablando, de nuevo todo eran risas y murmullos, y a pesar de que no eran mucho los trastes que lavar, trate de hacer la labor lo más lenta posible, la verdad no quería salir a enfrentar a ninguna de las dos, pero de nuevo Cristina se encargó de ponerme en ridículo.
—Ernesto ven acá…!!!
Salí de la cocina y me pare frente a las dos con la cabeza baja, mi vergüenza era tanta que no podía mirarlas a la cara, así que solo me limite a escuchar a Cristina, que me comenzó a decir:
—Te decía Ernesto, que no vamos a dejar qué te pasees desnudo por la casa. Así que ayer pase a comprarte algo de ropita.
Y diciéndome esto se paró frente a mí y Pamela se paró atrás mío.
—Bajate los calzones Ernesto…!!! Necesito que te midas tu nueva ropa…
—Pero Cristina… —exclame bastante nervioso.
—Que pasa Ernesto!!! Cuando te descubrimos tenías los calzones hasta las rodillas y ahora no te los quieres bajar… jajá… por favor…!!!
—No Cristina por favor… no me hagas esto…!!!!
Por más que le suplique a Cristina, no me hizo caso, al contrario con cada palabra que decía ...
... ella fruncía más su entrecejo, en verdad se veía molesta, y yo solo atinaba a rogarle que no lo hiciera, mientras volteaba a ver a Pamela, tratando de decirle con la mirada que hiciera algo, pero ella solo permanecía quieta y no dejaba de mirarme, con un gesto de molestia y durante algunos minutos, Cristina me estuvo gritando que le hiciera cazo y yo intentaba apoyarme en Pamela, pero ella permanecía quieta y sin decir palabra, no cabía duda estaba sometido por mi suegra y mi esposa, y no me quedo de otra más que hacer caso a Cristina y lleve ambas manos a mi ropa interior y comencé a bajarla lentamente, mientras lo hacía pude sentir como la sangre se agolpaba en mi rostro, me moría de la vergüenza, mi estómago se revolvía y mis piernas comenzaron a temblar, hasta que me quite por completo los calzones y me quede un poco encorvado tratando de proteger mi desnudez.
—Ya Cristina ahora que…???
Cristina se me quedo viendo y guardo silencio unos segundos, después volteo a ver a Pamela y ambas soltaron una sonora carcajada.
—Ya ves hija. Que te dije…!!! Solo hacía falta meterle un poco de presión… jaja… ahora ya podemos hacer con él lo que nos plazca…
Habían estado jugando conmigo, Cristina me había humillado y mi esposa lo había consentido, y si, tenía razón estaba completamente sometido.
—Bueno Pamela, pues ahora vamos a ponerle su nueva ropita.
—Sabes que pienso que sería mejor —respondió Pamela— que el mismo se la ponga.
Cristina se le quedo viendo a la vez ...