DESPEDIDA DE LOS INGLESES, ULTIMA NOCHE (2) GERMAN, DEGUSTADOR DE CULITOS TIERNOS 23 - Relatos Eróticos

DESPEDIDA DE LOS INGLESES, ULTIMA NOCHE (2) GERMAN, DEGUSTADOR DE CULITOS TIERNOS 23

... ésta su primera vez culeando a alguien a vista de su hijo, mientras él lo ve disfrutar y dar placer a un tercero, una visión Daliniana, que ya llegaba a su fin, y se anunció con un fuerte jadeo de George, seguido por una aceleración en las clavadas de Cristian, mientras Peter besaba en la boca a su amiguito, introduciendo su lengua hasta su garganta mientras el niño sentía la mano de aquel, recorrer su pecho, sus tetillas, su ombligo. Una explosión, al unísono, cual, si se hubieran puesto de acuerdo, se produjo con los chorros de semen disparados a los respectivos culos que tenían a disposición, penetraciones al fondo sintiendo como se depositaba la miel de sus huevos, en lo más íntimo de sus víctimas voluntarias. Uno, dos, tres disparos como si la abstinencia hubiera sido de semanas, pero que en realidad correspondía al tremendo morbo y calentura producida por la situación compartida que hizo que los huevos de ambos quedaran absolutamente secos, de tanta calentura compartida. Poco a poco todo vuelve a la normalidad. Las piernas de Peter chorrean el abundante semen que su anfitrión depositó, y Nachito que acabó con su culo inundado por partida doble, no solo chorreaba por sus piernas, sino que la frazada utilizada para amortiguar la dura mesa, también mostraba abundante humedad de color blanquecina. Cristian e Ignacio se acostaron en su cama, los británicos en la alfombra, todos más o menos exhaustos por la entrega realizada en pos del placer común. Luego de algunos ...

... minutos, Cristian empezó a acariciar tiernamente a su hijito, a la vez que le besaba la cara, su cuello y por cierto dulces besos en la boca. Sus manos recorrían su cuerpito y poco a poco se fueron hacia su intimidad dos veces poseída en esa tarde de despedida. Su mano derecha llegó a su culito, el cual tenía las señas de humedad de las tremendas lechadas que había recibido, y empezó a hurgar con sus dedos, sintiendo el calor de aquella cuevita y su húmeda dilatación. Obviamente aquello empezó a evitar nuevamente y nachito sintió como el garrote paterno se empezaba a levantar tocando sus piernas. El niño, inagotable como ya sabemos que es empezó a moverse eróticamente, besando el cuello de su padre y lamiendo sus tetillas que al igual que su pene se levantaron a plenitud, lo que ya anunció que un nuevo round se venía encima, y que además es la tónica de placer de Cristian que disfruta no solo mirando ser culeado a su tierno hijo, sino él mismo hacerlo cuando ha sido penetrado por otros. Así pues, hizo que el chico se girara y quedara de espaldas a él, en posición de “cucharita” y empezó a acomodar sus 19 ms los que, encontrado el camino, se sumergieron de un solo golpe hasta el fondo de la fuente del placer, lo que fue respondido con un gemido del chico, que tiene la gran capacidad de cerrarse luego de cada culeada por lo que la siguiente siempre será placentera para su violador, quien al meter la verga sentirá que lo hace en un ajustado guante, como si fuera la primera vez. Los ...