1. Madre e hijo violados


    Fecha: 19/02/2018, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... acumulado dentro de mi que después de dos corridas estaba llena de semen que rezumaba de mi rajita. Cuando habían terminado de follarnos nos hicieron permanecer un rato en la misma postura con el culo al aire y en pompa hasta que llegó el funcionario que nos había explicado las cosas y nos dijo: -Bien, parece que os habéis portado bien. ¿Sabéis por qué os hemos pedido las bragas y vais a ir a ver a vuestros marido y tu hijo sin bragas? Pues porque vuestras bragas las llevan ahora mismo ellos. Vosotras entrareis en los locutorios en que están ellos, separados por un cristal blindado y comprobareis que llevan puestas las braguitas. Os desnudareis completamente y permaneceréis de pie en pelota picada, sin taparos. Unos amigos de vuestros maridos y tu hijo os observaran a través del cristal y elegirán a dos de vosotras. Las dos elegidas deberán venir la semana que viene a un bis a bis en el que se dejaran follar por tres internos, cumpliendo todas sus órdenes. Mientras tanto los maridos de las dos serán las putitas de la prisión. Deberán ir con bragas y serán tratados como putas. Pero sólo chuparan pollas. Se les respetará el culo. Pero si las elegidas no acuden al bis a bis, entonces las putitas de vuestros maridos serán follados por todos los internos que quieran hasta destrozarles el culo. ¿Entendido? Asentimos con la cabeza porque no nos quedaba más remedio y nos ...
    ... acompañaron a los locutorios donde pude ver que algunas ya estaban allí desnudas. , así que yo hice lo mismo me quité toda la ropa y la dejé sobre la silla y esperé que llegara Albert. Rezaba porque no me eligieran a mí, porque estaba harta de soportar humillaciones y ser follada por tres presos me aterraba… Pero no tuve suerte, escuché a un funcionario decir por megafonía que sólo se oía en esos cinco locutorios las elegidas son la del locutorio nº 5 y el locutorio nº 3, las demás pueden vestirse para iniciar la visita al interno, las dos elegidas deben permanecer desnudas durante toda la visita y hasta nueva orden. Miré aterrada el número que había encima de la puerta de mi locutorio, rezando porque no fuera ni el 3 ni el 5. Comprobé que el fatídico 5 se dibujaba en la puerta y no pude resistirlo, me eche a llorar desconsoladamente y así me vio Albert cuando llegó. Iba desnudo y sólo llevaba puestas mis braguitas. -Lo siento, cariño. - Me dijo Albert al verme llorando. - Si no quieres venir la semana que viene, lo entenderé, no te preocupes. Me limpié las lágrimas y le dije que si vendría pero que no volvería a la prisión a visitarlo porque no podía soportar más humillaciones. Pensaba que con la humillación de dejarme follar por tres presos sucios y repugnantes, además de las que ya llevaba sufridas, era sufi que la semana siguiente iba a volver a ser humillada. 
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