1. Enseñando a manejar a mi sobrina


    Fecha: 19/02/2018, Categorías: Incesto Autor: brandonloredo, Fuente: CuentoRelatos

    Mi relación con mi sobrina Mariana se remonta después de sus 18 años porque después de terminar la prepa se vino a vivir a casa de mis padres porque iba a estudiar en la universidad de esta ciudad.
    
    Ella tiene un cuerpo muy bonito, salido de la pubertad, con unas piernas muy torneadas y sensuales, boca pequeña, ojos muy grandes, nalgas paraditas y su andar muy contoneado y provocativo.
    
    Entre Mariana y yo se estableció un vínculo muy cercano, porque yo le ayudaba con sus tareas y le prestaba mi equipo de cómputo de la oficina, porque a veces me visitaba para hacer tarea y yo le ayudaba y orientaba en todo.
    
    Me gustaba que me visitara porque como ella no sabía mucho de computación yo estaba siempre cerquitas de ella, y a veces Mariana se sentaba en mis piernas para que le dijera algo, así como jugando y yo le acariciaba las rodillas y le hacía cosquillas en las costillas y ella me abrazaba pidiendo –ya no, y así el juego, yo sin querer me excitaba mucho, porque de repente se sentaba sin ningún pudor con las piernas abiertas dejando ver sus pantis. Donde a veces se le notaba su camel, porque las abría y las cerraba como alas de mariposa.
    
    Era un tanto efusiva porque cuando llegaba me abrazaba pegándome sus tetas en mi pecho, y también me pegaba su pubis, y yo la abrazaba de la cintura y le decía ya quieta que va a llegar alguien.
    
    Con el tiempo se fue poniendo cada vez más buena y apetitosa, pero sucedió algo que no me gustó nada, como a los 20 años se encontró un ...
    ... novio y eso hizo que se alejara un poco de mí. Ya no me buscaba como antes, ahora solo hablaba de él y yo me ponía algo celoso.
    
    Hasta que un día algo sucedió inesperadamente corto con su novio y se volvió a mi otra vez, contándome cosas casi intimas, me decía que su novio intentaba tener sexo con ella, pero ella aun no quería, que su novio la obligaba a que se lo chupara, y que después de mucho insistir cogió con él, aunque no le gustó mucho, porque termino muy rápido.
    
    Y sucedió que un día se invitó sola a mi casa, y en la carretera Mariana me dijo que la enseñara a manejar, y yo no quería, pero ante tal insistencia cedi, y nos fuimos a una cancha de futbol para su primera lección.
    
    Pare el coche y le dije vente al volante y yo me pase al asiento del copiloto, pero ella me dijo –así no puedo mejor yo me siento encima de ti en el mismo asiento y me vas diciendo como le hago porque me da miedo.
    
    Yo accedí sin pensar nada, y se sentó encima de mí, y pude sentir sus nalgas encima de mi paquete que se empezó a poner duro, ella se acomodó como abriéndose las nalgas, acomodándose.
    
    Yo pude sentir su olor de mujer recién bañada y su fragancia deliciosa de su pelo largo que tenía frente a mí. Excitación al mil.
    
    Y así sentada sobre mi empecé a dar marcha al auto, y en cada brinquito era como si estuviéramos copulando, ella tomo el volante y yo los pedales y así estuvimos dando vueltas a la cancha, ella decía me pones nerviosa, y me miraba por el retrovisor.
    
    Yo tenía las ...
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