Juego con un desconocido
Fecha: 19/02/2018,
Categorías:
Hetero
Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues
... también los ligueros, se me complica un poco pero lo logro. Me quedo un rato mirándome en el espejo, coloco la ropa en otro lugar y me voy a la cama. Te escucho en el baño “¿qué tanto hace?”. ____________ Me miro al espejo después de mojar mi rostro, apoyando mis manos en el lavabo. Pienso y mi sangre recorre mi ser con fuerza, puedo sentir como el calor me recorre . Te imagino con y sin ropa, con el baby doll, jugando con el dildo. Imagino tanto que siento que el tiempo no me bastará. Tengo algo de miedo de querer más después, pero pienso que las reglas son las reglas, cuando juegas debes respetarlas y es hora de jugar. Salgo del baño y noto que las luces están apagadas. Camino con cuidado de no tropezar pero falló, la silla que use antes me jugó mal . Escucho una risa coqueta venir de la cama al escuchar mi “ouch” después de tropezar. No sé que viene ahora , no sé qué pasará, pero mis ansías por saber me comen. –Detente, Juan, espera ¿quieres verme? –Si. Si, por favor. Enciendes la luz cerca de la cama, tu sentada en la orilla y puedo verte . Luego subes a ella y gateas hacia a mi lentamente, me pides acercarme hasta la orilla también. Te detienes frente a mi, me tomas del cinturón con ambas manos, para luego soltarme y quedar frente a frente. Yo aún de pie y tu hincada en la cama. Nuestras miradas gritan mil cosas. Siento tu aliento tibio y silencioso. Llevas tu mano a la mía, la tomas después con ambas manos y la llevas a tu abdomen, indicándome el camino a recorrer, ...
... pero soy rebelde y no hago caso, mi mano derecha va más abajo, llega a los ligueros negros, los recorre desde los muslos, me inclino un poco, quedando mi cabeza a la altura de tus senos, pero no, aún no. Ahora con ambas manos recorro tus muslos suavemente, sintiendo apenas las medias que resguardan tu piel. Subo un poco más hasta tus caderas, sonrío imaginado como hace no mucho tus ropas cuidaban tu cuerpo ya desnudo. bueno, casi. Sigo por debajo del baby doll, acariciando tus costillas, tu no evitas las cosquillas que te provoco pero al darme cuenta evito seguir con ellas. Regreso a sentir tus panties. Te miro, busco tu mirada, “son lindas, se ven muy bien”. Luego llego a tus manos, las acaricio lentamente, con las yemas de mis dedos recorriendo de las muñecas hasta los codos. Ya nosotros frente a frente de nuevo, me acerco a ti, como si fuera a besarte… pero no lo hago, de último momento cambio de curso como un barco perdido en el mar. Respiro tu perfume a mis anchas, algo que no pude hacer en la calle. Me encanta. –¿Te gusta? – Te pregunto al momento, con mi boca cerca de tu oído–. Esta vez no te estremeces, no te ríes, pero podría jurar que escuché como mordías tus labios. –Si, me gusta… Beso tu cuello, un beso minúsculo, apenas mis labios pisan tus tierras, y me ayudas inclinándote levemente. Pongo mis manos en tus caderas y te acerco a mi. Un beso se convierte en muchos, cuando recorro tu piel hasta tu oreja. –Quieres que sea tierno, ¿verdad? y que luego sea rudo, esa idea ...