Mi Profe Karlita y Mi Tío Julio - Relatos Eróticos

Mi Profe Karlita y Mi Tío Julio

Bueno lo que les voy a contar me pasó cuando era bien chibolo. En mi casa vivíamos mis padres, mi hermanita Leticia y mi tío Julio, hermano de mi mamá.

Mi tío Julio era mi ídolo porque todo le salía bien y tenía las muchachas más lindas que conocía como sus enamoradas. Por esos días andaba con Karla, mi Profesora de Educación Física, que como se imaginarán gracias al deporte que practicaba tenía un cuerpo precioso.

Además la “profe” era de la sierra y por lo tanto era bien blanquita y su cabello era rizado y crespito; por eso, todos los muchachos andábamos tras de ella aunque fuera sólo para mirarla, sobre todo cuando la veíamos que llegaba en short a dictar sus clases, pues, tenía unas piernas tan ricas que todos soñábamos con acariciar.

Recuerdo que en cierta ocasión, en casa, se había celebrado un cumpleaños, creo que de mi papá; y todos estuvieron bebiendo hasta el amanecer y al día siguiente, como era domingo, había que descansar para recuperar fuerzas e ir el lunes a trabajar; por ello, después de almorzar todos nos fuimos a dormir; pero, ya en la cama se me fue el sueño porque al otro lado los vecinos estaban de fiesta y la música se oía a muy alto volumen y me estuve moviendo de un lugar a otro hasta que se me ocurrió salir a la sala para ver televisión.

Cuando llegaba al comedor vi que la luz estaba encendida; así que sospeché que era mi tío con mi “profe” Karla y decidí hacer el menor ruido posible para ver que hacían.

Me escabullí sigilosamente ...

... hasta quedar tras las cortinas que separaban al comedor de la sala y cuando me asomé vi que se estaban besando en un mueble. Allí estuve espiándolos un rato y me ganaba con el manoseo que me tío le hacía a la “profe”, ¡que ricas piernas que tenía y que bien que se las sobaba!

Pasado un rato se pusieron a conversar pero debido al ruido no lograba escucharlos pero finalmente él la besó y antes de que pudiera esconderme, mi tío, entró al comedor y cuando pensé que se me armaría el lío; sólo me hizo señas de que mirase y callase, luego me sonrió y se siguió de largo a coger un petate enrollado y una sábana que al parecer ya tenía listos.

Ya de vuelta a la sala tendió los cojines de los muebles sobre el petate y encima colocó la sábana dejándola como una cama, esto mientras la “profe” lo observaba con atención. Cuando acabó se puso frente a ella y ambos comenzaron a besarse apasionadamente mientras que mi tío le acariciaba su poto levantándole su mini blanca, dejándome verle su calzón del mismo color.

Luego mi tío se sentó sobre la sábana y se sacó la ropa mientras que ella, mirándolo a él y dándome la espalda a mí, se quitó todo y al verla totalmente calata tuve la erección más fabulosa que hasta entonces había tenido.

Entonces mi tío la acostó a su lado y mientras él la besaba ella comenzó a cogerle su verga y a sobársela, se notaba que a ambos les gustaba eso.

De un rato la puso como para un 69 (ahora lo sé), mi tío debajo y la “profe” Karla con sus piernas bien ...