1. El señor Manuel (VI)


    Fecha: 21/02/2018, Categorías: Sexo con Maduras Voyerismo Autor: dbeni72, Fuente: xHamster

    ... tengo en casa. Pocas mujeres serán tan afortunadas como yo de estar cerca de dos hombres tan galantes y varoniles.- Educado intento ser siempre, pero no digas tonterías, que tener un vejestorio como yo en casa dando trabajo no es ninguna galantería o fortuna. Es como que te toque cuidar a un padre postizo.- Pues que sepa que ni es un vejestorio, ni siento que me dé trabajo, y de padre o mayor nada, que todavía tiene su encanto.Y dándome la vuelta, le guiñé un ojo y me fui a mi habitación a por una camisola larga de tirantes para estar fresquita tras la ducha.El señor Manuel cogió su ropa limpia, y se dirigió al otro baño para ducharse.Cerré la puerta, y me metí bajo la ducha. Todavía no daba crédito a lo sucedido. No podía ser posible que estuviera excitado por mí, quizás era que se levantó así. Pero si se levantó a orinar como comentó, tener el miembro así no sería normal, ya le habría bajado al acudir al baño. No creía su historia del tropezón sin observarme. Lo que me parecía aun más increíble es que yo hubiese entrando en ese juego que José había iniciado, y me pusiera cachonda mi propio vecino.Acabé de ducharme antes que él, y salí del baño. En ese momento observé que la pequeña vitrina que había en el pasillo junto a la puerta de mi habitación estaba algo movida, y unas figuras de su interior se habían caído. Realmente sí había tropezado, pero no al salir del baño, sino al acercarse a mirar dentro de mi habitación. La escena me estaba calentando de nuevo, pensar que ...
    ... ese hombre que hasta hace nada me despertaba tanta ternura, había estado mirando mi cuerpo desnudo, y yo había conseguido poner es gran miembro en erección. A saber cuántos años hacía que no se excitaba viendo en directo el cuerpo desnudo de una mujer.Llevé la ropa a la lavadora, y el señor Manuel salió del baño y dejó la ropa sobre las sábanas que había en el suelo, para ponernos a desayunar los dos.Estuvimos hablando de la obra en su piso ya que se podía escuchar a los obreros demoliendo en el interior de su vivienda.Nada más desayunar le dije que fuera a ver cómo iba todo, y me quedé sola haciendo las tareas del hogar.Cuando estaba poniendo la lavadora, al coger su pijama, observé el pantalón, y todavía tenía restos de humedad, no parecía orina, ni tampoco semen, más bien eran la tremenda humedad que su polla había dejado en la tela donde apoyó su punta a relajarse. A José también le pasaba a veces, que cuando se excita, humedece la ropa interior o el pijama, y esa humedad tarda más en secar.Cualquiera que me viera. Ahí estaba yo, oliendo el pantalón, tocándolo y excitándome.Me fui a la cama aún sin hacer, saqué de nuevo mi vibrador morado, y con la humedad de mi sexo, entro suavemente. Acariciaba mi cuerpo con una mano, y con el juguete entraba alguna vez en mi sexo para humedecerlo, y lo pasaba suavemente por mi clítoris y labios vaginales. Mi mente no podía borrar la polla de mi marido dura bajo su pantalón y la polla de mi vecino. Estaba tan excitada pensando en los dos, ...