Daryl Dixonx Carl Grimes (Pubertad Omega)
Fecha: 10/07/2017,
Categorías:
Gays
Autor: Magnus1995, Fuente: SexoSinTabues
... el chico se retorcía entre gemidos. Cuando estuvo completamente limpio, penetró la pequeña entrada con su lengua, saboreando los fluidos de su propia fuente. Su gruñido de placer se mezcló con el intenso gemido del omega. Carl sentía que sus piernas se derretían, todo su cuerpo ardía y su mente estaba aturdida, nunca había sentido nada tan intenso. No podía decir si era placentero o no, esa tan solo demasiado abrumador. Se corrió sin tan siquiera darse cuenta, empapando aún más su cama. Daryl lo dejó allí tumbado, exhausto, hermoso. Se relamió los labios, tenía la cara brillando por la lubricación, su barba de tres días también manchada, y se fue a la ducha. Se quitó toda la mugre que cubría su cuerpo bajo el agua fría, aunque eso no evitó que su verga permaneciera erecta. El celo del omega había desencadenado el suyo propio. Después de la ducha se afeitó y se cortó un poco el pelo de mala manera. Cuando regresó a la habitación, cubierto por una toalla a la cintura que no disimulaba lo más mínimo su erección, Carl se estaba retorciendo en la cama con suaves sollozos. En cuanto olió a su excitado alfa, se puso de rodillas y separó sus nalgas con las manos. —Dijiste que ibas a follarme—le dijo molesto. —Tenía que darme una ducha primero. ¿Habrías preferido que te follara cubierto de sangre y suciedad?—le preguntó Daryl y entonces vio unas abundantes gotas de lubricación brotar de su entrada—. Oh. Realmente te habría gustado, ¿eh? ¿Te pone la idea de hacerlo con un salvaje? ...
... Follar con tu alfa tras cazar y proveer para ti, eso te gusta, ¿hm? El pequeño gimió y contoneó las caderas. Ese era un pensamiento de lo más anticuado y normalmente lo habría odiado, pero su miembro palpitaba y sentía un extraño hormigueo en su vientre. No podía negar que siempre había sentido cierto. interés cuando veía pelear al alfa y ahora entendía por qué: su instinto omega le hacía sentirse atraído al fuerte alfa. Daryl se acercó a él y apoyó una mano en su cabeza. El omega se calmó de inmediato y le miró con ojos llorosos. —Por favor, alfa. fóllame. —suplicó desesperado. —¿Qué sientes ahora?—le preguntó Daryl acariciando su sedoso pelo húmedo de sudor. —Siento. como un vacío, duele. —respondió con un sollozo. Llevó la mano a su estómago mientras retorcía las piernas. —¿Dónde? —Mi vientre, mi culo. ¡Por favor, lléname!—estaba tan ansioso, no podía más. Él mismo llevó los dedos a su entrada y la abrió, desesperado por tentar al alfa. —Joder, eres. —tiró la toalla con la que se cubría al suelo y se arrodilló detrás de Carl. Apartó las manos del omega y presionó la entrepierna contra el húmedo y caliente trasero. El chico contoneó el trasero restregándose contra él con un dulce gemido. —Alfa. —sollozó, separando más sus piernas. Daryl no le hizo esperar más, parecía que no iba a tener que enseñarle cómo suplicar a su alfa. Le sujetó por la cadera con una mano y guió su verga hacia la entrada con la otra. El chico se quedó inmóvil, expectante, y cuando el duro miembro del alfa ...