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Contactos en panamá (II)
Fecha: 21/02/2018, Categorías: Intercambios Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
Yo estaba con muchas ganas de joder. Tenía buen rato que no lo hacía, casi un mes. Llamé a mis amigos y les dije que estaba dispuesto. Ellos son una pareja liberal que gusta de disfrutar el sexo. Como anteriormente habíamos tenido un encuentro, me fue fácil pedirle al esposo que me "prestara a su esposa" por un ratito. Yo ya estaba instalado en el asiento de atrás de su automóvil y la esposa se pasó a la parte de atrás conmigo ante mi petición. Empece a besarla desaforadamente y a acariciar sus senos y sus muslos. Mi mano trepó de su rodilla a su entrepierna y empecé un suave masaje sobre su intimidad, ella me acariciaba la verga por encima del pantalón y el esposo nos observaba por el retrovisor. Los besos llegaron a un nivel de calentura tal que ella sacó mi adolorida verga de su encierro. Yo hice lo propio haciendo a un lado la minúscula tanga que llevaba e introduciendo mis dedos en su ya húmeda vagina. Ella empezó a suspirar fuerte y me masajeaba la verga con ahínco. No pude resistir ver sus labios suculentos formando una "O" perfecta y atrapé su cuello, dirigiendo su cabeza hacia mi entrepierna. Ella no opuso resistencia y por el contrario engullo mi miembro con esa divina boca. A todo esto el marido continuaba observándonos con lujuria por el retrovisor, y por su propia calentura decidió enrumbar hacia la vía transísmica donde se encuentra lo que los panameños llamamos la "vía Láctea" pues es un conjunto de moteles aptos para todas la artes amatorias. Nosotros ...
... llamamos a esos moteles "push bottom", y en el trayecto a ellos me excitaba más la idea de que como íbamos en un sedán, los buses colectivos que pasaban a nuestro lado, tenían pasajeros que incrédulos veían cómo la esposa me devoraba la verga en un rítmico y cadencioso sube y baja. Bueno el marido enrumbó hacia estos lares y mientras tanto su esposa seguía comiéndome la verga en tanto yo le acariciaba el culito que lo tiene muy rico por cierto. Cuando entramos al "push bottom" la esposa suspendió la mamada. Yo esperé a que bajara la puerta corrediza por completo y me bajé los pantalones y ropa interior hasta los tobillos pues la villana de la esposa se bajó del carro contoneando su suculento culito. Yo la seguí como un bobo, mientras el esposo pagaba la entrada, entonces me acerqué a la esposa y arrimé mi dolorosamente enardecido miembro a su culito sólo cubierto con una fina minifalda, ella se volteó, me sonrió y me dijo "ten un poco de paciencia papi te voy a dar lo que quieres" entramos y ella enfiló directo al baño mientras yo charlaba con su afortunado marido. A pesar de estar muy aseada, ella se tomó su tiempo en el baño, no sé qué se limpiaba, porque ella estaba muy limpia pero parecía muy importante para ella estar "nítida". No me percaté cuando salió del baño porque estaba conversando con el esposo sobre aventuras sexuales de él, sólo sé que la vi envuelta en la toalla saliendo del baño y segundos después estaba ella de nuevo succionándome la pinga. Lógicamente ...