Sofía Ardiente Volcancito, Cap. 4. - Relatos Eróticos

Sofía Ardiente Volcancito, Cap. 4.

... noches ya me lo metía completo, pero encontré este y pues le di uso, es un envase de desodorante de bolita, uy me lastimaba al principio, pero después, que crees, ya me lo dejaba puesto toda la noche. J. - - No pues sí, fue bueno, que lo hayas encontrado, ¿pero no te salió sangre? S. - - No papi, para nada, sólo dolía, pero me acostumbre, es cortito mira, pero tu verga es larga, es el doble de tamaño, y esa si me lastimó ahorita, pero me siento bien, uy papi, a poco quieres más, ya te sentí que se te está hinchando dentro de mí, ayy, ayyy, ¿no me lo vas a sacar ya?, ayyy, ayyyy, me duele papi, ya no lo hinches, mejor sácamelo ayyy, ayyyyyyyyy J. - - Yo no lo hincho mami, ¡tú eres la que hace que se hinche!, sino apretaras tan rico adentro ya me hubiera salido de ti, ahhhh, ahhhhh, que divino es ese agujerito, ahhhh, ahhhhhhhh S. - - Ayy, papi, ¿te gusta mucho mi cosita?, ayyy, ayyyyyyyy, no lo cabecees tanto, ayyy, me lastimas, despacito papi, ayyy, ayyy, ayyyyyy, ¡ya se te puso duro otra vez!, ayyy, ayyyyy J. - - Sí mi amor ya está duro, ahhh, ¡y ahí te lo voy a dejar sembrado toda la noche!, ahhhh, ¿o, no quieres?, ahhh, pero muévete, como hace ratito, ahhh, ¡me gusta cómo me exprimes! S. - - Ayy, papi, ayyy, ¿así te gusta, como me muevo?, ayyy, pero me estorba adentro ayyy, ayyy J. - - ¡Claro que me gusta ...

... y mucho!, ahhh, que rico te mueves, eso así, asii, despacito, ahhh, me vas a exprimir otra vez, ahhhh, ahhhhhhhhhh, toma, tomatelossss, ahhhhhh, ahhhhh S. - - Ayy, ayyyy, ¡papi, que calientes!, ayyyy, ayyyyy, ¡me llenan todo el huequito!, ayyyy, ayyyyy, mi pancita, ayyyyy, ¡¡¡los siento muy atolados y espesos!!! ayyyy, yaa, papi, yaaaaa, yaaaaaaaaa, me matas, ayyymmmm, sácalo ya no te lo aguantooo, ayyyyyyyyyyy Entre un breve descanso y la plática que se llevaba a cabo, entre Sofía y José, en esa muda estancia de eróticos encuentros que se llevaban a cabo cada semana, él no se despegó de ella y así nuevamente volvió a erectarse por tercera vez, dentro de esa vaginita receptiva, misma que acuso recibo del efecto que se engrosaba dentro de su tierna vaginita ensanchando su intimidad, aunque ya estaba completamente lubricada por los fluidos anteriores que José vertió en ella, esa estrechez ya no soportaba en su estancia albergar más la hombría de su perforador, pero entre tanto se daba un vaivén muy intenso José, quien no tardo en volver por tercera ocasión en esa tarde-noche, vaciar el contenido espermático de una manera caudalosa, dejando el interior rebosante de esa chiqui-mujercita, quien por tanto esfuerzo y desgaste se quedó dormida en ese lecho copulatorio. - - - - C O N T I N U A R Á. . . . . . . . . .