Sin el consentimiento de Ana - Relatos Eróticos

Sin el consentimiento de Ana

... abajo…”Mientras Ana era obligada a ahogarse con esa enorme verga metida dentro de su garganta, el tipo que la montaba desde atrás se dedicó a su propio placer; le bombeaba la concha sin descanso, sin demostrar piedad…Durante un buen rato, los tres intercambiaron posiciones para cogerle la concha a mi esposa o para que ella les mamara las vergas después de haberlas vaciado dentro de su cuerpo.Uno de ellos se acercó a mí y, tomándome por el cuello, me susurró:“Parece que a tu mujercita le está gustando, ella misma mueve el culo…”El tipo tenía razón: ya ellos no necesitaban aferrarla por la cintura para penetrarla; la misma Ana llevaba su trasero al encuentro de esas pijas que la penetraban brutalmente sin misericordia…En ese momento pude ver que Ana, luego de haber movido sus caderas hacia atrás con muchas ganas, se sacó la verga que tenía en la boca y se mordió los labios, tratando de reprimir un gemido de placer. Además sus piernas comenzaron a temblar; entonces supe que estaba teniendo un orgasmo y no quería que nadie se enterase, en especial yo, que estaba allí presente...Pero el hijo de puta que la estaba cogiendo se dio cuenta y riéndose a carcajadas comenzó a embestirla con más dureza y velocidad.“Vamos a gritar nena… así tu marido se entera de que estás acabando…”Entonces Ana ya no se resistió más y comenzó a jadear y a gemir, mientras un intenso orgasmo le recorría el cuerpo. La estaban obligando a coger, pero yo sabía que, en el fondo, mi mujercita lo estaba ...

... disfrutando…El tipo se la sacó de pronto y empujó a Anita hacia adelante, dejándola caer al pasto, ya que sus piernas temblorosas no la sostenían. Cuando ella se recuperó de su orgasmo, el primer hombre la levantó y la penetró de un violento embate. Mientras la cogía le preguntó en voz alta y riendo:“Tu marido te la da por el culo, puta…?”Ana entre gemidos mintió diciendo que nunca me entregaba el culo.El tipo largó otra carcajada diciendo:“Entonces voy a tener que estrenarlo yo, debe estar bien cerrado…”Ana se volvió hacia él, para suplicarle que no se la metiera por atrás; su verga era demasiado gruesa y ella tenía miedo que ser desgarrada.Aquel tipo sacó su pija dura de la vagina de Ana y acercó su cara al trasero de ella lanzándole saliva hacia la estrecha entrada anal, mientras ella seguía suplicando que no la cogieran por el culo.Pero el tipo le dio un par de palmadas, ordenándole que dejara de gimotear. Luego le metió un dedo a través del esfínter, hasta el fondo del ano. Después le metió dos dedos y finalmente tres…Apenas sacó sus dedos, tomó otra vez a mi esposa por la cintura y de repente le hundió su formidable verga erecta, en un solo envión, hasta el fondo de su estrecho y delicado ano…Al principio Ana gritó un poco, pero a las pocas embestidas ya dejó de gritar y pude observar que nuevamente movía su trasero hacia atrás. Parecía que ya no le estaba sentando tan mal el que ese tipo la estuviese enculando.En menos de tres minutos de mete y saca, el tipo gruñó y le llenó el ...