1. PABLO


    Fecha: 04/03/2018, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... relajado y con una sonrisa en la cara. Los ojos cerrados y su polla, aun dura como una piedra, en mis manos. Le ayudo a vestirse. Sin decir nada le acompaño a la puerta. Intenta darme un beso pero no se atreve. Tengo la cara cubierta con su corrida. Le pido que vuelva cada día si quiere. Sé que quiere. Sé que volverá. Solo ha estado 15 minutos en mi casa. Se ha corrido dos veces, me ha bañado entera de leche y se ha ido con una erección terrible. día. Así pasamos los días. Viene. Se masturba para mí y después lo hago yo con el. Me baña en su leche y no me limpio hasta el día siguiente. Necesito sentir su olor. Su presencia. Deseo que algo despierte en mi. Pero no funciona. Nada me excita. Solo cuando me aprieta las tetas hasta hacerme daño. Pero solo a veces. día. Ayer pasó algo que aún no me explico. Intenté algo distinto. Esperando prender en mi ese deseo. Le bese. O lo intente. Fue solo acercar mis labios a los suyos. Un simple roce. Pero la reacción fue explosiva. Se apartó de inmediato y soltó la mano. Con toda su fuerza. Me dio en la cara, justo debajo del ojo. Caí como un muñeco y salió corriendo y llorando. Yo me quede en el suelo dolorida y mojada por dentro. Tanto que aún no me lo explico. Aún siento la humedad correr por mis piernas. He tenido un orgasmo. Fugaz, violento, y fue cuando el. día. Hace una semana que no sé nada de Pablo. Salgo todas las tardes a tomar el sol. Igual que antes. Desnuda. Todas las tardes sale a mirarme. Pero no viene. día. Ayer por fin lo ...
    ... encontré en el ascensor. Estábamos solos, pero no quiso hablarme. Bajo la vista y no dijo nada. Así que fui yo la que se decidió. Baje la mano y le cogí la polla por encima de los pantalones. La tenía dura como una piedra. Se la acaricie despacio sin decir nada. Cualquiera podría vernos. Una mujer mayor tocando la polla a un niño. Me acerqué a su oído y le dije. - Quiero que vuelvas cabrón Echo de menos tu polla en mi mano. Y tú leche por mi cuerpo. Diez minutos más tarde estaba en la puerta de casa. Esperando, con la mirada en el suelo. Ya no me importaba nada. Le cogí de la polla y de la camisa y lo metí en casa. Nos abrazamos como enamorados. Su cabeza entre mis tetas. Sus manos en mi enorme culo y yo lo apretaba contra mi tan fuerte como podía para sentir su polla contra mi cuerpo. Tenia todos los pantalones mojados. Parecía que se había meado entero, pero no se había meado. - Lo siento, no he podido evitarlo. No me ha dado tiempo a…. - Cállate, no importa. - Mis padres no estarán en toda la tarde. - Tenemos tiempo, todo el tiempo. Le quite los pantalones y los puse a lavar. Lo lleve a sofá. Por dios, este chico siempre la tiene dura. Era increíble. Acaba de correrse y no aflojaba nada. Me puse de rodillas dispuesta a todo. - No. Así no. Como antes- me dijo. - Ya nada es como antes mi amor. No sé qué pasó el otro día ni porque pero todo ha cambiado. No voy a permitir que te vayas. Haré lo que sea. - Es que yo. - Dime. Que paso. Te escucho. - Mi madre. Ella lo hace así. - ...
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