1. ¿Me drogaron?


    Fecha: 06/03/2018, Categorías: Gays Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Había ofrecido mi casa a un compañero de trabajo para que se quedara la noche de una fiesta de la empresa, pues vivía en una zona peligrosa. Estando con él en la mesa noté que me atraía y que él me miraba de una manera extraña. Al levantarse a buscar un trago lo miré como una mujer miraría a un hombre, el volteó y lo notó sonriendo, y tuve una erección. Quedamos solos en la mesa y el empezó a conversar sobre sexo y luego de un rato me dijo: ¿por qué no nos vamos?, estoy cansado. Asentí. En el camino a casa me preguntó si había besado alguna vez a otro hombre. No, contesté, y el rió y colocó su mano en mi muslo diciendome, no hay nada malo en expresar cariño. Al llegar estacioné y me dijo: ¿Puedo darte un beso?, mi pene casi explota de deseo, pero el no me dió tiempo a contestar y me besó ardientemente en la boca. Mi corazón se aceleró mucho y casi me sofoco y solo dije: Baja, podrían vernos. Al entrar a casa me besó con pasión, traté de resistirme, pero muy timidamente y pronto nos besábamos con lujuria. Sabía como terminaría aquello y eso me excitaba más. Ël me desnudo sin apuro manoseando mi cuerpo y me llevó a la ducha. Allí beso mi espalda y trasero, abriendome y lubricandome con su lengua y dedos. Creí que moriría de placer al hundir uno de sus dedos en mi cuerpo. Así continuó sin apuro y pronto comencé a besar su ...
    ... virilidad. Era mucho más grande y gruesa que la mía y eso me excitó más aún. Al salir me guió a la cama y lubricó con un lubricante que yo tenía y acostandome boca abajo me dijo: Äbre bien tus piernas mi cielo, quiero que me sientas bien y te me abras como la hembrita que eres. Yo volaba de deseo, entonces se montó sobre mi y empezó a metermelo sin apuro, se movía eroticamente entrando un poco más profundo con cada embestida. Al ver que me dolía retrocedía y volvía a la carga. De pronto mi cuerpo cedió y aquel delicioso pene entró hasta la base. Grité de dolor y placer, pues al sentirme totalmente lleno con el tuve un orgasmo extraordinario. Eso lo excitó mucho y se vino casi enseguida. Se quedó sobre mi besando tiernamente mi cuello y diciendome cosas sensuales y eróticas. Pronto me cogía nuevamente. Esa noche no dormimos haciendonos el amor. Fui completamente sumisa a sus deseos y acepté ser su hembra para irme a la cama con él cada noche. Ramón se convirtió en mi novio y se dedicó a afeminarme haciendome depilar mi cuerpo, pirtar mis uñas de pies y manos, maquillarme, comportarme como mujer, usar opa femenina y ropa íntima sensual todo el tiempo. Me besa y acaricia en público, y golpea mis genitales cada noche luego de copular porque quiere dañarlos y hacerme castrar.
    
    Yo lo amo locamente y estoy dispuesta a todo por estar con él 
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