1. Trio con mi amigo


    Fecha: 07/03/2018, Categorías: Sexo en Grupo Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Hoy se cumple un año de aquella extraordinaria velada con César, al que había conocido la noche anterior a través de mi amiga Beatriz. Nos pasamos horas follando y comiéndonos mutuamente hasta caer rendidos…
    
    A la mañana siguiente, Beatriz nos encontró en la habitación de César en el motel, pero no se sorprendió lo más mínimo. Como tampoco le sorprendió que yo le contara que había disfrutado los mejores polvos de mi vida horas antes. Resultaba halagador para César y le hizo pensar que yo jamás había intimado con un hombre capaz de satisfacer todas mis necesidades. Me comentó que la mujer le parecía más bella cuando estaba en pleno orgasmo y por ese motivo trataba de que sucediera cuantas más veces mejor mientras hacía el amor.
    
    Fui al cuarto de baño para desmaquillarme un poco, mientras Bea se dedicaba a preparar café. Por supuesto yo no estaba avergonzada de mostrarme desnuda ante Bea y César. Él también estaba cómodo sin ropa, ya que había follado con las dos y había confianza.
    
    Mientras me inclinaba para mirarme al espejo dije:
    
    Supongo que no es peligroso lo que hemos hecho, ¿no?...
    
    Yo me refería a la noche anterior, cuando César se colocó por detrás y me la metió mientras me arreglaba el maquillaje.
    
    Bea apareció en aquel momento:
    
    ¿De qué estáis hablando?- dijo maliciosamente.
    
    Yo empecé a contárselo y César se fue al lavabo. El calentador funcionando no le permitiría oír la conversación, pero seguro que nos oía reírnos. Cuando salió del baño estábamos ...
    ... tomando sorbitos de café y Bea bromeó:
    
    Me han dicho que anoche estabas de lo más caliente César. Siento habérmelo perdido…
    
    Él se acercó a mí y rozó mi cuerpo:
    
    ¿Le has explicado cómo acabaste conmigo?- me dijo.
    
    Sonreí y le miré avergonzada. Los tres soltamos una carcajada y yo le sacudí levemente la polla antes de dirigirme a la ducha.
    
    Bea y César se sentaron en la cama. Él no se tapó y pudo observar de qué manera Bea le miraba el pene. Ella había estado con su novio aquella noche, pero no parecía del todo satisfecha. Cuanto más le miraba la polla más gorda se le ponía. La conversación se fue perdiendo en divagaciones. Ver que ella también se ponía cachonda calentaba más a César… Finalmente apareció una gotita de semen en la punta de su nabo. Bea se lo cogió con la mano y le dio un buen meneo. Otra gota de líquido blanco apareció en la punta. Ella lo extendió por el glande con la yema de su dedo.
    
    - ¿Qué hacemos; te pones tú la ropa o me la quito yo?...- Con la expresión de César, Bea tuvo bastante.
    
    Se quitó la blusa y dejó al descubierto sus pechos. Se quitó la minifalda y se dejó las bragas. Luego dirigió la cabeza hacia la entrepierna de César. Él ya había olvidado lo bien que sabía chuparla y el recuerdo de la última mamada se presentó nítido en su mente. Se encontraba totalmente erecto, deseando descargar cuanto antes. Bea empezó a chuparle la herramienta dedicando especial atención a su glande, que enseguida se puso como el fuego…
    
    Cuando salí de la ...
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