1. Secuestrado y gozado


    Fecha: 11/07/2017, Categorías: Gays Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Fui secuestrado y mi familia acababa de salir de viaje por un mes. Tenía 18 años y la experiencia fue traumática al inicio.
    
    Uno de los secuestradores era un hombre negro muy alto, fuerte, y gordo, quien evito que me dispararan por no tener el dinero para mi liberación.
    
    Este hombre me desnudó completamente y me encerró en una habitación. Al amanecer me llevó desayuno y me condiju a un baño, donde me hizo bañar. Al volver a la habitación se encerró conmigo y se desnudó. Al comenzar a tocarme traté de resistirme, pero el me tumbó en el colchon y y se masturbó friccionandose sobre mi. Estar debajo de él indefenso me hizo sentir vulnerable y muy asustado, y empecé a llorar. Entonces me beso con ternura diciendome que no me haría daño y continuó masturbandose hasta eyacular. Al terminar esparció su semen sobre mis nalgas y dandome un beso en la boca se vistió y salió.
    
    A mediodía llevó mi almuerzo y volvió a abusar de mi, pero esta vez introdujo dos de sus dedos en mi cuerpo y al eyacular introdujo semen en mi ano. Sentía un olor muy fuerte y me llevó a la ducha, donde me lavo completamente. Esa noche después de llevarme la cena volvió a lubricarme e ...
    ... introducirme sus dedos, entonces se montó sobre mi para masturbarse, pero impulsó su pene en mi ano. Lo hizo sin apuro y al ver que me dolía retrocedía y volvía a empujar.
    
    Escuche que los otros delincuentes llegaban y aquel hombre empezó a deslizar su pene en mi ano, gemí de dolor, y de pronto sentí un dolor agudo y mi cuerpo cedió a su virilidad, que se hundió hasta la base. Grité, para, para, sacalo, me duele mucho, por favor, pero aquel hombre estaba poseido por la lujuria y empezó a cogerme con deseo y pasión. No pude reprimir mis gritos y eso lo excitó más, y eyaculó dentro de mi intensamente. Lo dejo dentro, ya no me dolía pero estaba muy sensible, entonces me dijo: Mi amor estas divina, ahora eres mi hembrita, y sin más volvió a cogerme. Al acabar salimos de la habitación, allí estaban los otros hombres que nos miraron y le dijeron Yonny, está bella tu nueva mujercita, deberías preñarla. El me beso en la boca y me guió a la ducha.
    
    Desde ese día me montó muchas veces al día, aquello empezo a gustarme y antes de darme cuenta me había enamorado de él. Al liberarme nos hicimos pareja y ahora vivimos juntos en otra ciudad, donde no ocultamos nuestra relación 
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